La valoración es el juicio con que se caracteriza el valor de un hombre que posee tal cualidad. La estimación general de este tipo se realiza aplicando las categorías del bien y el mal. En la ética la valoración moral de las acciones y de conducta de la gente parte de la unidad entre la incitación moral y el resultado útil para la sociedad, parte de la unidad de palabra y obra. En la sociedad el criterio de la valoración moral está determinado por los intereses del pueblo, por el desarrollo progresivo de las condiciones materiales y espirituales de la vida del hombre, por el trabajo consciente en nombre de la felicidad y el bienestar humano. Es un objetivo de la sociedad hacer que las nuevas exigencias morales se conviertan en necesidad interna de todos los individuos.
La transparencia y la ética tienen que estar cimentadas en esta valoración y el cambio no sea de hombres sino un cambio en los hombres cuya honestidad y decencia sea cuestión pública. Cuando el filósofo Zenón de Citio fundador y maestro de la escuela estoica decidió retirarse a los 82 años, no eligió al alumno más sobresaliente, sino al de mayor moral pública reconocida, dando a entender su preferencia, ese útil arte de las buenas costumbres. La Moral. El filósofo Cleantes siguió las huellas de su maestro y el estoicismo se extendía por toda la antigua Europa.
Observamos un pensamiento claro, preciso en la búsqueda del prometido cambio a la honestidad, seguridad y un vivir sano.
Hoy me despido con el líder moralista, humilde y valiente libertador Mahatma Gandhi: “A diario experimentamos la influencia que ejerce un ser humano que dice la verdad y fundamenta en ella su vida, y sin embargo no pensamos en su ejemplo de palabra y obra”.
Consérvense bueno. Una alegría, amor, aceptación, bendición y agradecimiento totales. Estas son las cinco actitudes de Dios. El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana.