Los corruptos saben que el ciudadano lo repudia, lo ve como a un ladrón que se enriquece del dinero de los impuestos que le quitan. Esa carga inmoral la llevará para siempre, no importa que ande libre, su riqueza hija del delito no puede ocultarla, está grabada en su rostro, sus palabras negadas, oscuras, no encierran verdad.
Las lecturas en el Ateneo durante las vacaciones del período del bachillerado permanecen como un faro indicándome el buen camino. Fray Antonio Guevara escribió: “Podemos ser buenos”. Yo andaba por los 14 años, gracias a Dios ya en los 93 deseo entregar esta enseñanza: “No diga nadie quiero y o no puedo ser bueno, porque al fin, como tenemos osadía para cometer la culpa, también si quisiéramos, tendríamos fuerzas para hacer la enmienda. Toda nuestra perdición está en que todos debemos ser virtuosos, y por otra parte empleamos todas nuestras fuerzas en vicios”.
También conservo en mi bitácora la enseñanza de Jacinto Benavente cuando se refiere al ¿Vil Dinero?
“El dinero, usted lo sabe, es como el agua, por muy limpio que sea su origen, al correr pasa por muchos lodazales, y no llega siempre limpio a nuestras manos. Cuando se manejan intereses, no está siempre con la conciencia tranquila”.
Hoy los dejo con Kant. El empeño y la voluntad. “El hombre no puede serlo más que por la educación, pues no es más que lo que ésta le hace ser, en la educación está el grave secreto del perfeccionamiento de la naturaleza humana”.
Consérvense bueno, unidos a las cinco actitudes de Dios. Una alegría, amor, aceptación, bendición y agradecimiento totales. El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana.
