Una triste noticia más que añadir a este fatídico 2020, que tantas informaciones luctuosas nos ha dejado en todos los ámbitos de la sociedad. Hoy, 25 de noviembre, acaba de confirmar el diario Clarín que Diego Armando Maradona ha fallecido tras un paro cardiorespiratorio en su casa de Tigre.
Tenía 60 años de edad y está considerado por muchos como el mejor jugador de la historia. Ganador del Mundial en 1986 con Argentina, autor de goles inolvidables y un auténtico genio que defendió los colores de escuadras ilustres como FC Barcelona, Boca Juniors y especialmente Nápoles, equipo al que llevó a la gloria en Italia y en Europa, y en cuya ciudad se lo venera siempre con pasión.
Mito de carne y hueso
Posiblemente ningún jugador en la historia ha acaparado tal grado de fervor en vida. Y ninguno ha tenido seguramente una carrera y una vida tan llena de sobresaltos, éxitos sonados y fracasos igualmente sonoros. Sus logros quedaron algo ensombrecidos por sus adicciones, que empañaron una pequeña parte de su carrera. Pero el talento de sus botas superó a todo.
Un jugador único, irrepetible y carismático como pocos. Icono del siglo XX sin lugar a dudas, genio y figura. Una leyenda que desde hoy será elevada para siempre a los altares del fútbol en los que ya militaba, pero de los que nadie lo podrá borrar. Nos quedan sus vídeos, goles, jugadas para el recuerdo y sobre todo la pasión que siempre transmitió. ¡Hasta siempre, Diego!