close

Una exagente de la Policía de Nueva York denuncia que fue víctima de la cultura de la violación, drogas y acoso sexual cuando servía en el cuerpo

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
Facebook
Facebook
Youtube
Instagram

María Méndez afirma en su demanda que las consecuencias de la «incalculable» cantidad de violaciones que sufrió desde 2014 fueron tan graves que tuvo que someterse a una cirugía y le quedaron secuelas como tendencias suicidas, ansiedad, depresión y trastorno de estrés postraumático.

Una exagente del Departamento de Policía de Nueva York denunció en una demanda presentada este martes ante la Corte Federal de Manhattan que fue violada, sodomizada y atormentada mentalmente en repetidas ocasiones por un grupo de oficiales en el transcurso de cinco años.

María Méndez, que era encargada de los casos de violencia doméstica en el precinto 32 del barrio de Harlem y renunció en enero del 2019 después de una carrera policial de 14 años, afirma que fue violada por dos oficiales, un detective y un bombero, a los que acusa de obligarle regularmente a consumir oxicodona, éxtasis y alcohol, recoge New York Post.

Evidencias aportadas por María Méndez, exagente del Departamento de Policía de Nueva York, para respaldar sus afirmaciones.

Méndez dijo que el abuso comenzó en 2014 con su compañero de patrulla, Ryan Marrero, que le dio dos pastillas de oxicodona, un opioide, y comenzó a violarla y sodomizarla de forma regular, según el documento judicial. Una vez que fotos y vídeos de las violaciones se difundieron en el departamento, otros policías, entre ellos, el oficial Jimmy Gutierres y el detective Michael Ganz, supuestamente le exigieron actos sexuales y luego la violaron.

Según la demanda, en una ocasión, Marrero la obligó a asistir con él a una fiesta de Navidad del departamento asegurándole que si no lo hacía, le contaría a su esposo sobre las drogas y le mostraría las fotos de desnudos que él la obligó a tomarse. Después de la fiesta, el oficial supuestamente la agarró por el cuello, le metió una pistola plateada en la boca y le ordenó que se sentara en el asiento trasero de su auto, donde procedió a violarla, afirma la denunciante.

La presunta víctima declaró que la gravedad de la la «incalculable» cantidad de violaciones que sufrió hizo que tuviera que someterse a una cirugía y que le quedaran secuelas como tendencias suicidas, ansiedad, depresión y trastorno de estrés postraumático. Además, agregó que fue obligada a comprar drogas a Evan Santana, del Departamento de Bomberos de Nueva York, que presuntamente también la violó, después de que él obtuviera opioides y otros sustancias robándolos de las casas de personas fallecidas.

Según el documento judicial, Méndez no solo fue violada con regularidad, sino que fue objeto de comentarios y peticiones sexuales por parte de tenientes y sargentos del departamento. El teniente Julio Calle supuestamente le pidió que «le diera de comer con la cuchara en su cama porque es dominicana» y también que le chupara los dedos de los pies, mientras que el sargento Alfred Gallicchio está acusado de pedirle a la mujer hacer tríos y de realizarle otros comentarios sobre mantener sexo juntos.

La expolicía sostiene que cuando reveló a la teniente Filastin Srour las constantes violaciones y abusos que estaba sufriendo, esta no tomó las medidas necesarias que se le exigían como supervisora. En su lugar, llamó a Méndez «zorra» y la amenazó con que si «no dejaba de hacer falsas acusaciones contra buenos oficiales, […] se vería obligada a tomar medidas contra ella», según reza la demanda. Además, afirmó que sus colegas la amenazaron con revelar que era una drogadicta si los denunciaba ante sus superiores.

Investigación del 2019

En julio del 2019, la mujer fue entrevistada por la Oficina de Asuntos Internos de la Policía de Nueva York y por miembros de la Unidad de Delitos Sexuales de la Fiscalía de Manhattan y aportó numerosas evidencias para respaldar sus afirmaciones. Las pruebas incluían dispositivos móviles, más de cien pares de ropa interior «sucia» y una muestra de ADN, pero un año después, le informaron de que el fiscal de Manhattan no llevaría el caso a los tribunales porque no se podía «probar más allá de una duda razonable que se produjo un delito». Hasta el momento, Méndez desconoce el estado de esa investigación.

«Toda mi familia se arruinó», dijo Méndez, que está casada y tiene 4 hijos, en una entrevista a New York Daily News. «No pude soportarlo más. Me dañaron la oreja. Me dañaron toda la cara. Mis hijos estaban sufriendo mucho», añadió.

Por su parte, una portavoz de la Policía de Nueva York afirmó en 2019 que si Méndez hubiera denunciado los presuntos abusos al departamento, se habría iniciado una investigación. «La Policía de Nueva York insta a cualquier persona que haya sido víctima de agresión sexual a presentar un informe policial para que podamos realizar una investigación exhaustiva y ofrecer apoyo y servicios a los sobrevivientes», agregó.

No Comments

Leave a reply

Post your comment
Enter your name
Your e-mail address

Story Page