MI SENTIR
Aunque no será con el 30 por ciento que propone el diputado reformista Pedro Botello, la devolución de una parte de los ahorros que mantienen los Afiliados a la Seguridad Social, en sus cuentas de Capitalización Individual podría ser devuelta antes de que finalice el presente año en el país.
La Comisión que estudia la pieza baraja diversas opciones para buscar una salida al problema que ha suscitado esa iniciativa en el Congreso Nacional y monitorea de cerca los procesos que se han dado en Chile y Colombia, en cuyos países se entregaron entre el 15 y el 20 por ciento de los fondos ahorrados por los dueños de las Cuentas de Capitalización Individual.
La Ley 87-01, de Seguridad Social, que surgió como un hibrido del modelo chileno-colombiano, ha permitido herramientas que los miembros de la Comisión Especial que preside el Diputado Amado Díaz han tomado en cuenta para rendir su próximo informe al pleno de la Cámara de Diputados.
La situación es mucho más seria de lo que inicialmente se creída, ya que el proyecto de Botello ha concitado el respaldo de legisladores de todas las bancadas representadas en el Senado y la Cámara de Diputados, por lo que solo ven que el 30 por ciento es lo que luce exagerado si tomamos en cuenta el nivel de compromiso que tiene el Estado dominicano con los fondos que manejan las AFP del país.
El criterio de los legisladores, en sentido general, es de que, a los dueños de esos fondos, que son los Trabajadores, dado el nivel de descapitalización en que han caído producto de la pandemia y la pérdida de sus empleos, hay que permitirles un respiro para que puedan hacerles frente a las diversas carencias que se encuentran pasando en los actuales momentos.
Conscientes de que se hace indispensable la entrega de recursos a los dueños de las Cuentas de Capitalización Individual, ahora el rompecabezas de los integrantes de la Comisión Especial que estudia el proyecto de Ley de Botello estriba fundamentalmente en el porcentaje que solicitaran sea aprobado por el pleno de la Cámara de Diputados y posteriormente por el Senado de la Republica.
Tomando en cuenta, que el nivel de compromiso que tiene el Estado con los recursos aportados por los dueños de Cuentas de Capitalización Individual, a través de la venta de instrumentos del Banco Central, el Ministerio de Hacienda y otros, que oscila entre el 75 y el 80 por ciento de los mismos, pudiéramos decir que se tomaría como parámetro el restante 20 por ciento para hacer esa devolución a los Afiliados a la Seguridad Social.
Quiero aclarar, que eso no quiere decir que los miembros de la Comisión Especial que estudia el proyecto Botello vayan a otorgar el 20 por ciento a los dueños de las Cuentas de Capitalización Individual, sino que razonablemente podría estar muy por debajo de esa cifra ya que de entregarlo todo podría descapitalizar totalmente el sistema.
Lo que he estado señalando, explica las razones que han tenido diversos sectores de la sociedad, incluyendo el laboral, en no apoyar abiertamente el proyecto de Ley del 30 por ciento, porque lo consideran irracional e inapropiado, debido a que el retiro de esa cantidad crearía un hoyo casi igual al que heredamos del Banco Intercontinental BANINTER, durante su quiebra en el año 2003.
Conscientes de esa realidad y tomando en cuenta las experiencias vividas en la mayoría de los países de la región de América Latina, pudiéramos asegurar que por lo menos los Trabajadores de nuestro país podrían estar contando con la devolución de sus ahorros de entre un 12 y un 15 por ciento, porque sería más manejable para el Estado entregar esa suma y hacer como se ha hecho en la mayoría de esas naciones, donde la reposición de esos recursos se han venido haciendo a través de asignaciones de partidas presupuestarias desde el momento en que fueron tomados.
En definitiva, creo que los asesores conocedores de la Seguridad Social y los propios legisladores que manejan el tema en el seno de la Comisión Especial, tal y como han dejado ver, han barajado todas estas alternativas y han concluido en que vale la pena entregar algo a los dueños de los fondos de Capitalización Individual que seguir posponiendo sus angustias porque el movimiento de gestionar la devolución de esos recursos crece cada día más y contenerlo resultaría más costoso para la sociedad.