Haití es un país digno de mejor suerte; tantos años de miseria, de malos gobernantes, de corruptos, malos militares, de pandillas y narcos y con una mayoría poblacional que no cuenta con un nivel de educación que le permita tener herramientas académicas o técnicas para salir adelante.
Sin duda, el país más pobre del hemisferio. Nuestros vecinos.
Igualmente es un país lleno de gente que siento es buena, que trabajan como nadie si se lo proponen, que son tesoneros y nada los detiene buscándose la vida y la de sus familias, llámese al cruzar una frontera en tierra, en mar o incluso si la hubiese en el aire.
Esta es mi humilde opinión, la de un hombre que cuando ocurrió el primer terremoto, viajó con un grupo de médicos a ayudar a las víctimas asentadas en Jimaní.
Es lo que siento.
El haitiano necesita revisarse, su mala actitud, tanto en los países donde emigran, donde cada vez más se ganan el rechazo de los acogen, y aún más revisarse a fondo con su país vecino, porque nuestra relación está llena de baches. La República Dominicana se ha gastado miles de millones de sus recursos que son para los dominicanos, para asistirlos de todas las formas posibles, en educación, en salud, en infraestructura, en legitimar su estatus en la isla, en síntesis, en todo.
Pero esta es la fecha que siento la resaca de tantas acciones que considero rudas desconsideradas con quienes le ayudan más que nadie, sin demagogias sino con acciones.
No seremos perfectos, sabemos la vida que llevan muchos de sus ciudadanos en nuestro país y que muchos malos dominicanos se aprovechan y abusan de ellos. Pero en una balanza justa es más la ayuda que el perjuicio.
Ningún país del planeta ha ayudado más a Haití que República Dominicana.
El otro día vi un video de una joven haitiana diciendo que República Dominicana no es nada sin los haitianos; una realidad que le venden a tontos útiles, los mismos oscuros personajes que generan sentimientos contra el país que ha sido la fuente de vida de una comunidad cada vez más numerosa.
Obvio que no debemos formarnos una opinión por lo que algunos ignorantes, de cada lado, puedan manejar para mantener el odio entre ambas naciones.
De nuevo un sismo afecto de nuevo a Haití, y ya vemos como de nuevo entrará nuestro país en acción e ira en auxilio de los necesitados de este desastre. Ellos recibirán dicha ayuda con el sentimiento que les apoya por años que es el de recibir la ayuda como una obligación y no un gesto per se y al final no agradecer nada.
Ya estamos acostumbrados…
Esperando que las víctimas sean pocas y que puedan reconstruir los daños generados por el sismo.
Por igual les recomiendo trabajen un poco en sus relaciones con nosotros y entiendan que no hay mejor gesto que el ser agradecido cuando tienen que serlo.
Y dejar por un momento su rol de mendigo internacional predicando solo lo malo que somos con ellos y vean el sacrificio que estamos haciendo desde un porciento de ocupaciones en hospitales, en escuelas y los microempleos que poseen aquí…
Mis dos cheles y me disculpan si ofendo a alguien.
