El presidente Joe Biden tiene previsto hablar en la tarde de este lunes sobre los esfuerzos de socorro por el huracán Ida mientras se reúne virtualmente con una serie de líderes que participan en la respuesta a la enorme tormenta que ha sacudido la Costa del Golfo.
Biden se reunirá con la administradora de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias, Deanne Criswell, y con los gobernadores y alcaldes de los estados y ciudades afectados por Ida, después de que el huracán tocara tierra el domingo en Louisiana y causara daños catastróficos.
La Casa Blanca indicó que el presidente recibirá a lo largo del día informes periódicos de su equipo de seguridad nacional sobre los efectos del huracán.
Ida tocó tierra en Luisiana en el 16º aniversario del huracán Katrina. Ha empatado con el huracán Laura de 2020 y con el huracán Last Island de 1856 como el más fuerte del que se tiene constancia que haya afectado al estado.
Biden ha aprobado la solicitud del estado de Louisiana de una declaración de catástrofe federal grave y la solicitud del estado de Mississippi de una declaración de emergencia. Estas declaraciones permiten que la ayuda federal complemente los esfuerzos de recuperación estatales, tribales y locales en las zonas afectadas por el huracán Ida.
El presidente visitó este domingo la sede de la FEMA en Washington para recibir información. Advirtió que el huracán es una «tormenta que amenaza la vida» y dijo que «es probable que su devastación sea inmensa».
«Tan pronto como pase la tormenta, vamos a poner esto… vamos a poner toda la fuerza del país en la recuperación del rescate, y lo digo en serio», añadió Biden.
El presidente dijo que había estado en contacto con los gobernadores de Alabama, Misisipi y Luisiana y que su equipo había estado en contacto con otros funcionarios estatales, locales y federales de la región.
Biden dijo que se habían colocado en la región equipos de respuesta, incluyendo 2,5 millones de comidas, 3 millones de litros de agua y generadores. Dijo que se habían activado más de 100 ambulancias y equipos médicos de emergencia y que su administración había estado trabajando con socios locales para abrir «docenas y docenas» de refugios.