LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
Por Ernesto Cardenal
Como latas de cerveza vacías y colillas de cigarrillos apagados, han sido mis días.
Como figuras que pasan por una pantalla de televión y desaparecen, así ha pasado mi vida.
Como automóviles que pasaban rápidos por las carreteras con risas de muchachas y músicas de radios… Y la belleza pasó rápida, como el modelo de los autos y las canciones de los radios que pasaron de moda.
Y no ha quedado nada de aquellos días, nada,
más que latas vacías y colillas apagadas, risas en fotos marchitas, boletos rotos, y el aserrín con que al amanecer barrieron los bares.