Santo Domingo, RD.- El reconocido médico e investigador dominicano radicado en Doha, Qatar, Medio Oriente, Rubén Peralta, considera a destiempo la decisión del Poder Ejecutivo de eliminar las restricciones de movilidad, al señalar que el país vive actualmente una combinación preocupante como es el de tener una meseta en la vacunación, clases presenciales y aumento en la positividad.
Dijo que todavía una gran parte de la población no ha recibido la segunda dosis de la vacuna contra el COVID-19, viviendo el país un periodo relativamente lento en el programa de vacunación o “una meseta”, lo que indica que un gran porcentaje de la población es vulnerable ante la agresividad de las nuevas variantes circulantes.
“Nos tomamos un riesgo innecesario, mantener abierto los planteles escolares en zonas del país donde las estadísticas de Salud Pública reflejan una alta tasa de positividad, lo que se traduce en zonas de alta transmisibilidad (contagios) del virus para los estudiantes, el cuerpo docente y técnico y familiares que aún no están vacunados”, señaló el profesor Peralta.
Entiende que el gobierno ha realizado un gran esfuerzo en la primera mitad del proceso de vacunación y sugirió continuar, redoblar los esfuerzos y desarrollar una campaña nacional más creativa y de motivación e incentivos a la población dominicana para que acuda en masa a vacunarse y así lograr la inmunización de grupo o rebaño.
Ve necesario que el país salga del estancamiento en las últimas semanas en cuanto al programa de vacunación se refiere y conseguir la inmunización de un 45% de la población (vacunados con las dos dosis), a un 70% a 85% para obtener inmunidad colectiva o de grupo.
Peralta entiende que el gobierno podría verse en la necesidad de reconsiderar su estrategia epidemiológica ante el relajamiento de las medidas de restricción de un país a destiempo, considerando que no ha alcanzado el 70% de la población con el esquema de vacunación completa de dos dosis, el aumento de casos e indicadores y la continuación de las clases presenciales.
“El gobierno puede verse en la necesidad de reconsiderar su estrategia epidemiológica y verse en la incertidumbre de establecer de nuevo medidas epidemiológicas y de mitigación drásticas y tener que promulgar “mandatos de vacunación”, y exigir certificados de vacunación, para empleados públicos y privados, con el fin de un bien común”, señaló.
