El término “reforma fiscal” crea ansiedad y preocupación en todos los estratos sociales de una nación, debido que se aplicarían nuevas cargas impositivas a la población, lo que reducirá su capacidad de adquisición y le aportarán más dinero de su trabajo al Estado.
Desde el pasado gobierno de Danilo Medina, el pueblo dominicano está sometido a la firme amenaza de una reforma tributaria, que al parecer estas autoridades la van a realizar con la simple excusa de que se necesitan más recursos para enfrentar los problemas sociales que afectan al país.
En los últimos meses, en todos los escenarios, tanto empresarial, como legislativo, el término “reforma fiscal” es lo más sonado, debido que trae consigo aumento de las recaudaciones, que sería otro golpe al bolsillo de los más desposeídos.
Desde el inicio de esta gestión los precios de la canasta familiar han registrando un aumento de más de 30% y de igual manera los medicamentos y que decir los materiales de construcción.
En una entrevista concedida por economista Francisco Antonio Tavares a Multimedios DominicanosHoy.com, afirmó que los sectores más afectados con una posible reforma fiscal es la clase pobre, por su bajo nivel de ingresos.
¿Cuál es su opinión sobre el alza de los precios?
El alza de precios actual está lastrando los ingresos de los trabajadores y sus familias. El incremento de los precios de los combustibles y de los insumos alimenticios a nivel internacional impactan seriamente los presupuestos limitados de quienes perciben salarios y esta espiral alcista reduce el poder de compra de los asalariados e incrementa la precariedad y pobreza.
El gobierno debe asumir con cautela el actual escenario ante la inminencia de una reforma fiscal y valorar muy bien en quién recaerá una nueva carga impositiva.
¿Cuáles productos serían gravados?
Entrarían a la base de aplicación del ITBIS bienes y servicios antes exentos como servicios de transporte de carga, servicios culturales (conciertos, eventos, fiestas), servicios de salud privados.
En tanto que las carnes de ternera y pavo, pescados y mariscos (langosta, camarones), embutidos como chorizos y salchichas, frutas sin procesar, productos de molinería (harina de trigo, sémola, gluten), así como semillas oleaginosas.
La ampliación de la base del ITBIS cubrirá muchos bienes y servicios de alto consumo. Es positivo lo de aplicar el impuesto a conciertos y fiestas ya que sólo una parte muy reducida de la población disfruta de esto por constituir un lujo.
¿Quiénes serán los más afectados?
Considero que la reforma propuesta por el gobierno se enfoca en una mayor carga a la clase media. El nuevo tramo del IPI de 0.5% a inmuebles de 5 millones a 8 millones de pesos es una de las medidas que indican esto; el incremento a 35% del ISR personas físicas es gravoso para trabajadores con salarios por encima de 72 mil mensuales. Creo que debe incrementarse el tramo de ingreso para que impacte los grandes salarios.
¿Aguantaría la población una reforma fiscal?
Los impuestos son difíciles de tolerar cuando la moral fiscal es baja como es el caso de República Dominicana. El Estado no retribuye en bienes públicos de calidad y si sumamos la desconfianza de la gente por la corrupción y la falta de transparencia, es difícil tolerar más cargas tributarias.
Hay que ver cómo se desarrollan las discusiones futuras entre sectores para saber cuál sería la reacción de la ciudadanía. Dependiendo cómo afecte el resultado final sus condiciones de vida, en esa dirección iría la actitud pública de la población.
¿Y en el caso de los pequeños negocios?
Los pequeños negocios representan el 90% del tejido productivo empresarial. Un incremento de impuestos lo que haría es profundizar la informalidad y la espiral de elusión y evasión impositiva. Por eso, es importante que la nueva propuesta de reforma incluya mecanismos de protección a la precaria condición económica de las empresas micro, pequeñas y medianas.
Se plantea la eliminación del anticipo, que a mi parecer es algo muy positivo, pero se incrementa la tasa del ISR de 27 a 30%. En un momento de recuperación y de arrastre de fragilidades desde la pandemia, habría que buscar maneras de que pueda apoyarse a estas empresas antes que subirles este margen. Por ejemplo, incentivar el Régimen Simplificado de Tributación.
¿Cómo afectaría a las amas de casa esta reforma?
Las amas de casa están sintiendo el peso de la crisis producto de la inflación y los bajos salarios.
La realidad nuestra es que los salarios promedios en el país andan por debajo de la canasta básica. Para una familia poder cubrirla deben trabajar 3 miembros con salarios mínimos y depende de qué tipo de empresa se trate.
Evidentemente, que el escenario no es muy positivo que digamos, pues si se aplica una reforma fiscal en un momento de erosión del poder adquisitivo, las amas de casa y los hogares más vulnerables y de las clases medias sentirán el peso de la crisis con más rigor.
Esto puede desencadenar situaciones sociales y políticas que impactarían aún más la economía y pondría en tensión el escenario político y social del país.
Según establece el economista, con esta posible reforma fiscal, el gobierno le daría otro golpe al pueblo dominicano, que ya no aguanta más carga impositiva; las amas de casas están con el grito al cielo y el dinero no alcanza para nada; mientras que la inestabilidad de los precios sigue creciendo.