Un esperado reporte del Senado de Brasil concluye que Jair Bolsonaro permitió a propósito que el coronavirus se propagara y matara a los brasileños en una apuesta fallida por la inmunidad de rebaño.
Brasilia, Brasil. – Una comisión del Congreso brasileño recomendará que el presidente Jair Bolsonaro sea acusado de “crímenes contra la humanidad” al afirmar que dejó intencionalmente que el coronavirus arrasara el país y matara a cientos de miles de personas en un intento fallido de lograr inmunidad de rebaño y reactivar la mayor economía de América Latina.
Un informe de una investigación del Congreso, cuyos extractos fueron vistos por The New York Times antes de su publicación programada para esta semana, también recomienda que se presenten cargos penales contra otras 69 personas, incluidos tres de los hijos de Bolsonaro y numerosos funcionarios actuales y anteriores del gobierno.
El panel había recomendado inicialmente que a Bolsonaro se le imputaran cargos de homicidio en masa y genocidio contra los grupos indígenas de la Amazonía, una zona en donde el virus decimó a la población durante meses luego de que los hospitales ahí se quedaran sin oxígeno. Pero apenas unas horas después de que el Times y varios medios brasileños reportaron sobre dichos planes, varios senadores comentaron que las acusaciones habían ido demasiado lejos.
El martes pasado, la víspera de la fecha prevista para la difusión del reporte, el comité retiró la recomendación de cargos de homicidio y genocidio, comentó Renan calheiros, el senador brasileño centrista que fungió como principal autor del informe, poco después de la medianoche del miércoles, hora local.
Aún no se sabe si el informe de la comisión de once miembros, siete de ellos opositores de Bolsonaro, originará cargos criminales reales, dadas las realidades políticas del país.
Pero en un Brasil profundamente polarizado, el documento refleja la profunda ira contra un líder que se negó a tomarse la pandemia en serio. El informe puede resultar una escalada importante en los desafíos que enfrenta Bolsonaro, quien asumió el cargo en 2019 y se postuló para la reelección el próximo año mientras sufre una caída de popularidad.
Las extraordinarias acusaciones aparecen en un informe de casi 1200 páginas que efectivamente culpa a las políticas de Bolsonaro por la muerte de más de 300.000 brasileños, la mitad de la cifra de muertes por coronavirus del país, e insta a las autoridades brasileñas a encarcelar al presidente, según los extractos del informe y las entrevistas con dos de los senadores de la comisión.
“Muchas de estas muertes eran evitables”, dijo Renan Calheiros en una entrevista en su oficina a última hora del lunes. Calheiros, quien es uno de los legisladores con más años de servicio en el Senado y quien también presidió ese organismo legislativo que está compuesto por 81 miembros, dijo sobre Bolsonaro: “Estoy personalmente convencido de que él es responsable de la escalada de la matanza”.
Desde el comienzo de la pandemia, Bolsonaro se ha esforzado por minimizar la amenaza del virus. Mientras los países de todo el mundo se confinaban, y su propia gente empezaba a llenar los hospitales, él alentaba las reuniones masivas y desaconsejaba el uso de mascarillas. Un declarado escéptico de las vacunas, arremetió contra cualquiera que se atreviera a criticarlo como irresponsable.
La oficina de Bolsonaro no respondió a las solicitudes de comentarios, pero el presidente ha criticado la investigación del Senado sobre su gestión de la pandemia por considerar que tiene motivaciones políticas. “¿Sabían que hoy fui acusado de homicidio?”, preguntó a sus partidarios después de que se filtraron los primeros detalles. Más tarde llamó “sucio” a Calheiros.
Las conclusiones del informe culminan una investigación de seis meses realizada por una comisión especial del Senado para investigar el manejo de la pandemia de Covid-19, que llevó a cabo más de 50 audiencias. Se convirtieron en un acontecimiento televisivo imprescindible en Brasil, con testimonios sobre esquemas de soborno y operaciones de desinformación. Un legislador se puso un chaleco antibalas para declarar que algunas compras de vacunas incluían sobornos.
Según el reporte, el presidente promovió medicamentos no probados, como la hidroxicloroquina, mucho después de que se demostró su ineficacia para tratar la Covid-19, y su gobierno provocó un retraso de meses en la distribución de vacunas en Brasil al ignorar más de 100 correos electrónicos de Pfizer.
En su lugar, según el informe, su gobierno optó por pagar en exceso por una vacuna no aprobada de India, un acuerdo que se canceló posteriormente por sospechas de soborno.-nytimes.com