«El cambio climático tiene un profundo impacto en la supervivencia y el desarrollo de la humanidad. Es un gran desafío para todos los países», dice Hu Jintao, presidente de la República Popular China, y estamos de acuerdo con su premisa.
El preocupante cambio climático, definido como la variación global del clima de la Tierra, producido por causas naturales y las malas acciones que realizamos, entre ellas la tala y quema de bosques; deforestación, deflagración de combustibles fósiles, el impacto de la agrícola y el transporte, hacen posible la retención del calor del Sol en la atmósfera, es decir, el efecto de invernadero y la producción de gases, como dióxido de carbono, óxido nitroso y metano, asolan la salud humana.
Estas malas prácticas hacia la casa de todos: el planeta Tierra, propicia el aumento del calentamiento global, de la temperatura, modifica patrones de la lluvia, nieve y el alza del nivel del mar, contribuyendo a sequías y tormentas; reducción ecosistemas y otros daños irreversibles a la población, que hacen a su vez, más vulnerable a América Latina y el Caribe.
Es por ello, que además del avance; expansión de la digitalización y control de la información a nivel global, en este siglo XXI es un gran reto velar por la vida humana, que está reducida por el calentamiento global.
Algunas acciones mínimas con las que podemos contribuir a contrarrestar el cambio climático, a reducir el calentamiento global, es apagar las luces de nuestros hogares y oficinas cuando no las utilizamos; usar bombillos de bajo consumo; desconectar aparatos electrónicos, cuando no los aprovechemos, así ahorramos energía; reducir residuos o desechos, reutilizando recipientes; economizar agua; consumir más vegetales y menos carnes, por los gastos que encierra su producción, entre otros.
Además, consumir productos agrícolas nacionales, que en su producción las empresas hayan sido respetuosas con el medio ambiente, entre otros. Pero no olvidemos que:” La herramienta más eficiente para combatir el cambio climático somos nosotros».
Nuestra Constitución establece en su artículo 194 que: “Es prioridad del Estado la formulación y ejecución, mediante ley, de un plan de ordenamiento territorial que asegure el uso eficiente y sostenible de los recursos naturales de la Nación, acorde con la necesidad de adaptación al cambio climático”.
Por lo que, siendo también, un Estado Social y Democrático de Derechos, para garantizar a la población derechos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales, deportivos, colectivos y medioambientales, adoptó mediante el Decreto 269-15, que creó la Política Nacional de Cambio Climático, gestionada por el Ministerios de Economía, Planificación y Desarrollo, el Consejo Nacional para el Cambio Climático y el Mecanismo de Desarrollo Limpio (CNCCMDL).
La estrategia, está basada en nuestras leyes vigentes, y en los instrumentos del Sistema Nacional de Planificación e Inversión Pública. Asimismo, en los compromisos establecidos mediante acuerdos internacionales, en procura, a largo plazo, de la reducción del cambio climático.
El Consejo Nacional para el Cambio Climático y el Mecanismo de Desarrollo Limpio, ha precisado, que: “El impacto del cambio climático pone en peligro el desarrollo institucional, económico, social y ambiental de los países en vías de desarrollo, en particular los pequeños Estados Insulares como la República Dominicana, donde la vulnerabilidad a los eventos climáticos se ha acentuado en las últimas décadas”.
De igual forma, el Plan Nacional de Adaptación para el cambio climático en la República Dominicana 2015-2030 (PNACC RD). Un país resiliente frente al cambio climático, coordinado por el Consejo Nacional para el Cambio Climático y Mecanismo de Desarrollo Limpio, el Ministerio de Medioambiente y Recursos Naturales, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Fondo para el Medioambiente Mundial (FMAM).
Además, por el Proyecto Tercera Comunicación Nacional de la Convención y Naciones Unidas sobre Cambio Climático, en interés de enfrentar los impactos del cambio climático, mediante un enfoque coordinado y estratégico, que priorice la vida en armonía con la naturaleza, debido a la urgencia que existe de proteger el medio ambiente, cambiar hábitos en la producción y consumo.
Por eso, y otras conjeturas, hoy 24 de octubre conmemoramos el Día Internacional contra el Cambio Climático, en busca de concienciar a la población acerca de los efectos nocivos y devastadores del cambio climático en el planeta.
Sin dudas como dice la joven activista medioambiental, Greta Thunberg: «Nos estamos enfrentando a la sexta extinción masiva y el ritmo de extinción es 10 mil veces más rápido de lo normal. Por eso, quiero que escuchen a los científicos, que nos unamos con la ciencia, y luego, quiero que actuemos». La autora reside en Santo Domingo, es educadora, periodista, abogada y locutora.