Los Senadores Demócratas quienes representan la mayoría legislativa en el hemiciclo, atraviesan otro obstáculo de procedimiento en su esfuerzo por incluir medidas para los inmigrantes en una amplia reforma fiscal y gasto social que esperan pase el próximo mes.
Con esto en la mira, los asistentes de los senadores se han reunido con la principal asesora del Senado de los Estados Unidos (en inglés: parlamentarian) para debatir informalmente, un plan que les daría a algunos inmigrantes indocumentados, permisos de trabajo temporal y protección contra la deportación.
Con el apoyo de la mayoría que guardan los demócratas, la Cámara de Representantes de los Estados Unidos hace días pasó una versión de esta legislación, reduciéndola a un plan que ofrecerá protección de inmigración temporal para millones de indocumentados, la modernización de programas y la aceleración de procesos, pero dejando fuera la residencia legal permanente y cerrando la puerta a una posible ciudadanía estadounidense.
Si esta legislación es aprobada por el Senado, tal cual como fue aprobada en la Cámara de Representantes, la medida de inmigración permitirá que personas indocumentadas presentes en los Estados Unidos desde antes del 2011, obtengan autorización para trabajar hasta por 10 años. Esta disposición ofrece cierto tipo de perdón de las leyes migratorias, usando un proceso conocido como “parole”, que permite a las personas que califican para ello, quedarse en el país por 5 años, con la opción de potencialmente extender su estadía unos 5 años más. No es una reforma migratoria integral, pero le dará a muchas familias y negocios una cierta estabilidad y seguridad.
La propuesta migratoria está programada para avanzar tan pronto como la próxima semana en un proceso formal conocido como “Byrd Bath”, procedimiento que somete la legislación a una evaluación superficial para ver si cumple con la regla byrd, que requiere que las medidas estén principalmente relacionadas con el presupuesto.
La principal asesora del Senado, Elizabeth MacDonough, oirá los argumentos de ambas partes sobre si la disposición sobre inmigración puede incluirse en el proceso de reconciliación presupuestaria que los demócratas están utilizando para llevar adelante su agenda migratoria.
Los demócratas necesitan demostrar que la legalización, permanente o temporal de millones de indocumentados, beneficiará a la nación, y no aumentará el gasto público.
En dos ocasiones, MacDonough ha rechazado los planes de los demócratas. El primero fue rechazado, porque ofrecía protecciones a los inmigrantes, poniendo a disposición la tarjeta de residencia a un grupo de indocumentados, entre ellos, los llamados “Dreamers” (niños que fueron traídos al país traídos al país durante su infancia), los beneficiarios de estatus de protección temporal “TPS”, los trabajadores esenciales y los agrícolas.
De igual modo rechazó un segundo plan, y lo hizo sin exponer una presentación formal.
Ese segundo plan, tenía la intención de revivir una disposición de inmigración que ha estado inactiva desde la administración del Presidente Reagan, la cual permitía al congreso, cambiar la fecha de registro que prohíbe a ciertos inmigrantes ajustar su estatus.
En conclusión, aunque éste es un primer e importante paso, debemos seguir abogando por una reforma real, una reforma duradera de las leyes de inmigración de Estados Unidos para construir un sistema que realmente funcione para este país de inmigrantes.