Mientras el resto del mundo científico insiste en la necesidad de una dosis de refuerzo o tercera dosis para aumentar la protección ante ómicron, en Israel ya se preparan para administrar una cuarta inyección a la población.
Un panel de expertos del gobierno israelí ha recomendado aplicar una cuarta dosis de la vacuna contra el coronavirus a mayores de 60 años y miembros del personal sanitario.
La decisión fue bienvenida por el primer ministro, Naftali Bennett, quien confía en que ayudará al país a lidiar con la potencial ola de la variante ómicron.
Este martes, Israel reportó la primera muerte de un paciente infectado con ómicron. En total, el ministerio de salud ha confirmado 341 casos de la variante.
«Los ciudadanos de Israel fueron los primeros en recibir la tercera dosis de la vacuna contra el covid-19 en el mundo y seguimos siendo pioneros ahora con la cuarta dosis», añadió el primer ministro.
«La vacuna es muy segura. Así que tener una cuarta dosis en términos de efectos secundarios es algo muy mínimo», le dijo a la BBC el profesor Nadav Davidovitch, director de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Ben Gurion en Israel.
«Ómicron está en Israel. La tasa de crecimiento se multiplica cada dos días, similar a lo que ocurre en Reino Unido y Sudáfrica. Por ello, decidimos que sería prudente sugerir que aquellos que recibieron la tercera dosis hace cuatro meses puedan tomar ahora la cuarta dosis», agregó el experto.
Desde Jerusalén, el corresponsal de la BBC, Tom Bateman, reportó que la evidencia a favor de la cuarta dosis aún no ha sido publicada y que el mismo comité se posicionó en contra hace apenas una semana.
Uno de los expertos del panel dijo que había «una escasez de datos» sobre si la inmunidad adquirida tras la tercera dosis estaba disminuyendo, pero añadió que las infecciones globales de ómicron eran «terriblemente aterradoras».