Pese a las críticas y a la oposición externada por algunos sectores a la construcción de la Verja Perimetral que el gobierno ha decidido levantar en la zona limítrofe dominico-haitiana, consideramos que las autoridades deben seguir salvaguardando la seguridad del país adoptando otras medidas que refuercen esa medida.
El estado de inestabilidad y descontrol que vive la sociedad haitiana representa un verdadero peligro para la República dominicana, debido a la cercanía que tenemos con ese país y a la desesperación que sufren sus habitantes por la inseguridad y la falta de protección que tienen en su territorio.
Las bandas armadas que han surgido en el territorio haitiano mantienen el control de ese país y hasta hacen advertencias a las autoridades que supuestamente detentan el poder cuando se presentan situaciones que generan tensión en la sociedad haitiana, muchas de las cuales son creadas por ellas mismas, al producir secuestros de visitantes extranjeros y nacionales.
Llegará el momento en que cuando esos delincuentes armados vean que lo que hacen en territorio haitiano no les he suficiente para imponer su dominio sobre la sociedad de ese país, tratarán de agenciarse mayores recursos económicos y armamentísticos para enfrentar a quienes dirigen el Estado, y de ahí en adelante es que persiguiendo ese objetivo mirarán hacia el territorio dominicano en la búsqueda del bien trazado.
Definitivamente no escatimarán esfuerzos en tratar de pasar la frontera y hacer lo mismo en territorio dominicano; secuestrar a quien sea para conseguir dinero, traficar con armas y drogas, y hacer cuantas cosas entiendan les puedan generar recursos para mantenerse como organizaciones armadas para luego alcanzar el poder mediante el uso de la fuerza.
Ante esa situación, es cuando vemos que el gobierno dominicano ha tenido mucha razón en establecer la verja perimetral en la frontera dominicano-haitiana, porque no solamente nos protegerá de la penetración de esos delincuentes hacia el territorio nacional, sino de que disminuirá considerablemente el tráfico ilegal de drogas, armas, indocumentadas y el traslado de animales y vehículos robados hacia ese vecino país.
Quienes se han opuesto al levantamiento del muro en la frontera, simplemente lo hacen por llevarle la contraria al gobierno, porque en el fondo están conscientes de que esa medida es la única que nos garantiza que el éxodo masivo de todo lo que viene a la República dominicana desde Haití pueda ser contenido en este momento.
En lo único que pueden tener la razón quienes se han expresado contra la construcción del muro, es en lo que se refiere a la creación de mejores condiciones de vida estable y segura para quienes habitan nuestro territorio en esa zona y para los militares que vigilan toda la frontera, mediante programas sociales que les garanticen su permanencia allá.
Los recursos que se invertirán en la verja perimetral, unos RD$ 1,700.00, proyectados en el tiempo serán muy mínimos con relación a lo que se ahorrará la República Dominicana tan pronto la misma sea construida, debido a que no solo dejarán de circular cientos de miles de millones de pesos de manera fraudulenta e ilegal, a través del trasiego de animales y vehículos robados, sino la paz y la tranquilidad que eso representará para los ganaderos y dueños de vehículos de motor que verán disminuir los robos por la falta de mercado en el vecino país, ya que no los podrán pasar por la frontera terrestre.
El gobierno debe seguir fortaleciendo los controles fronterizos, tal y como se ha propuesto y hacer oídos sordos a esos sectores que por intereses muy particulares han querido con sus argumentaciones vacías frenar la construcción de la Verja Perimetral en la frontera, ya que de acuerdo al sentir nacional ha recibido el respaldo mayoritario de la sociedad dominicana, que anhela vivir en paz e identidad propia y no ser eclipsada por un vecino país que aspira a ocuparnos nuevamente como en el pasado.