MI SENTIR
Al adentrarnos a una campaña anticipada de cara a las elecciones del 2024, es evidente que el gobierno que encabeza el presidente Luis Abinader, ha sido objeto de múltiples ataques por parte de la oposición que buscan menguar la popularidad del primer mandatario ante su eventual reelección.
El tema de las carestías de los alimentos de primera necesidad ha sido la bandera que han utilizado fundamentalmente sectores de la oposición, para afectar la imagen de gobierno del PRM, en el entendido de que el fenómeno inflacionario a quien más golpea es a los sectores populares de la población, método de campaña que les dio resultados en el pasado.
Sin embargo, la efectividad del diseño de esa campaña que se ha montado contra el gobierno dependerá principalmente de la capacidad de respuestas que las autoridades que dirigen la cosa pública puedan ofrecer a sus adversarios políticos y a la población demandante de alimentos a precios asequibles y servicios de calidad.
Recordamos que en el momento en que se montó una campaña similar al gobierno que encabezó el expresidente Hipólito Mejía, éste de alguna manera contribuyó al éxito de la misma, debido al discurso que se manejó en ese momento frente al slogan utilizado por el expresidente Leonel Fernández Reyna, quien retorno al poder en el año 2004.
En esta ocasión, contrario a lo que ocurrió en ese momento, observamos que en lo que respecta a la narrativa que maneja el presidente Luis Abinader, frente a los ataques de que está siendo víctima el gobierno ha logrado mantener en alto el nivel de su popularidad, aunque no así una gran parte de sus funcionarios, muchos de los cuales lucen prepotentes y arrogantes ante la población.
No obstante, percibimos que la gran falla de la presente gestión de gobierno frente a los ataques que provienen de la oposición, radican fundamentalmente de la falta de vertebración de una campaña de difusión gubernamental que contrarreste el discurso populista que se ha utilizado con la carestía de los precios de los artículos de primera necesidad, exponiendo al país todas las medidas que se han adoptado para frenarlos impactos de los choques económicos externos y las valoraciones que se tienen sobre el desempeño de las autoridades y el presidente de la República en el manejo de las crisis que han venido enfrentando desde principio de gestión.
El gobierno, desde el punto de vista, de lo que se observa y ha proyectado el propio presidente Abinader, tiene a su favor demasiados insumos que muy bien podrían ser utilizados en una masiva campaña de difusión gubernamental que haga ver a la oposición y a la población dominicana que estos dos años de gestión no han pasado en vano y que parte de la popularidad del primer mandatario, no solo obedece a su estilo de gobernar, sino a las acciones que se han llevado a cabo a favor de los y las dominicanas en sentido general.
Entre esos insumos, que pudieran ser utilizados por los defensores de este gobierno, podríamos enumerar la valoración que los organismos multilaterales han dado al manejo de las crisis, las medidas que se han tomado para contrarrestar las alzas de precios de los alimentos, la alta valoración que ha mantenido el presidente de la República a través de las mediciones que han hecho reputadas firmas encuestadoras internacionales, la lucha contra la corrupción, la inversión en el sector agropecuario nacional, la recuperación del turismo, la estabilidad macroeconómica, la efectiva regulación del sistema financiero nacional, la recuperación de la tasa de cambio, las inversiones en el desarrollo de infraestructuras para el desarrollo de los polos turísticos, el consenso logrado para la aprobación de la Ley 12-21 de Desarrollo Fronterizo, así como la explotación definitiva de las actividades turísticas y recreativas del destino de Pedernales y la región sur del país, donde habían fracasado todos los gobiernos que ha tenido la República Dominicana en su vida democrática.
Con excepción de la magnífica y respetable cobertura de prensa que se le ha venido dando a las actividades que cotidianamente encabeza el presidente Luis Abinader, sinceramente no vemos una valiente y definida defensa de su gestión de gobierno y esperamos que esta apreciación les pueda servir de reflexión para que puedan tomar las medidas de lugar y no dejar solo al mandatario en esa tarea que ha mantenido desde que asumió las riendas del Estado dominicano.