De sus considerables talentos, la capacidad de Novak Djokovic para dejar de lado lo que parezca interponerse en su camino podría ser el más valioso.
Así que olvide la posible distración que supuso la decisión de su padre de no acudir al Rod Laver Arena para la semifinal del Abierto de Australia contra el estadounidense Tommy Paul el viernes. Olvide el fuerte vendaje en el isquiotibial de su pierna izquierda que le dio problemas la semana pasada. Olvide lo físicos que fueron los puntos contra Paul. Olvide que Djokovic tuvo el doble de errores no forzados, 24, que golpes ganadores, 12, en el primer set. Olvide los cuatro games consecutivos que cayeron del lado de Paul. Olvide la breve discusión con el juez de silla.
Y recuerde solo esto: Djokovic no pierde semifinales, ni finales, en Melbourne Park. No. Pierde. Así que, como era de esperar, superó el juego dubitativo que desplegó de inicio y asumió el control para derrotar a Paul 7-5, 6-1, 6-2 y dar un paso más hacia el que podría ser su 10mo título del Abierto de Australia, el 22do de Grand Slam.
“Estoy realmente agradecido por seguir teniendo suficiente gasolina en las piernas para poder jugar a este nivel”, afirmó el serbio, de 35 años. “Algunos peloteos largos se notaron mucho. A los dos nos pesaron las piernas en el primer set. Tuve mucha suerte de aguantar los nervios hacia el final del primer set. Esa fue la clave. Después, empecé a mover más la pelota”.
Además, amplió su racha de victorias en el Abierto de Australia a 27 encuentros, la más larga desde el inicio de la era de los Open en 1968.
Su seguidilla se detuvo el año pasado cuando fue expulsado del país antes del inicio del torneo por no estar vacunado contra el coronavirus, un requisito obligatorio para entrar al país. Sigue sin estarlo, pero los estrictos controles fronterizos impuestos por la pandemia se han suavizado.
En la final del domingo, Djokovic, cuarto preclasificado, se medirá al griego Stefanos Tsitsipas (3ro) quien eliminó al ruso Karen Khachanov 7-6 (2), 6-4, 6-7 (6) y 6-3 antes en el día para avanzar a su primera final en Melbourne Park y la segunda en un Grand Slam.
Tsitsipas pasó más dificultades para seguir estrictamente todas las reglas que pasa superar a su rival al inicio de la semifinal y tuvo que recuperarse tras desperdiciar dos puntos de partido al final del tercer set pero, luego de perder tres semifinales, logró ir por fin un paso más allá en el primer major de la temporada.
La suya pareció una tarea fácil durante la mayor parte de los tres primeros sets contra Khachanov, pero el ruso le quebró el saque cuando servía para ganar con 5-4 a favor en la pizarra en el tercero y después desaprovechó dos oportunidades de sellar el triunfo cuando se puso 6-4 arriba en el desempate posterior. Khachanov encandenó cuatro puntos y neutralizó los puntos de partido con un par de derechas potentes. Pero Tsitsipas recuperó el ritmo rápidamente y se adelantó 3-0 en el set definitivo.
“Si aguantas, si te entregas aún más y si te concentras en estos momentos importantes, compensa bastante”, dijo Tsitsipas.
Quien alce el trofeo en Melbourne ascenderá también al primer puesto en la clasificación de la ATP. Para Djokovic sería regresar al escalafón que ha ocupado más semanas que nadie mientras que para Tsitsipas sería su primera vez.
“Me gusta ese número. Se trata de ti. Es singular. Es el ‘1’”, afirmó. “Estos son los momentos para los que he estado trabajando duro”.
Djokovic tiene una foja perfecta de 19-0 en las dos últimas rondas del torneo y sus nueve títulos son ya un récord en el cuadro masculino. Podría sumar uno más para acompañar a sus siete victorias en Wimbledon, tres en el Abierto de Estados Unidos y dos en Roland Garros, y empatar con Rafa Nadal como los dos hombres con más majors, 22.
“Ganar Grand Slams y ser el número 1 del mundo son probablemente las dos mayores cimas que puedes escalar como tenista profesional”, dijo Djokovic, que tiene un registro de 10-2 frente a Tsitsipas y ha ganado sus nueve últimos enfrentamientos. “Así que veremos que ocurre”.
La otra final de Tsitsipas en uno de los cuatro grandes fue en Roland Garros en 2021, cuando ganó las dos primeras mangas antes de desperdiciar su imponente ventaja y caer ante Djokovic en cinco sets.
Esa final provocó un momento divertido, cuando Djokovic se refirió a Tsitsipas: “¿Nunca ha jugado una final o me equivoco?” Tras el recordatorio de Roland Garros por parte de la prensa, Djokovic respondió: “Cierto. Me equivoqué”.
A un pregunta sobre ese intercambio, Tsitsipas se hizo el desinteresado: “Yo tampoco me acuerdo”, replicó.