El hecho de que no haya sido acusado de un delito no impedirá que la NBA pueda imponer alguna medida disciplinaria
El hecho de que Ja Morant no haya sido acusado de un delito por mostrar dos veces un arma de fuego en las redes sociales no impedirá que la NBA pueda imponer alguna medida disciplinaria contra el base de los Grizzlies de Memphis, advirtió el viernes el comisionado Adam Silver.
La liga se prepararía para anunciar cualquier sanción a Morant por el segundo incidente relacionado con armas de fuego. El anuncio llegaría poco después de las finales de la NBA.
En marzo, Silver suspendió a Morant después de que el astro de los Grizzlies había mostrado una pistola en un club nocturno de un suburbio de Denver, durante una transmisión que el propio jugador hizo en directo mediante Instagram.
Otra transmisión en mayo, esta vez desde el asiento delantero de un vehículo con uno de sus amigos, mostró a Morant sosteniendo de nuevo un arma.
«Mostrarlas o exhibirlas en cierto contexto es algo inconsistente con la seguridad en materia de armas y no es el mensaje apropiado que un jugador de la NBA, particularmente uno del nivel de Ja, debería enviar a las decenas de millones de seguidores que tiene, particularmente cuando se repite un incidente que se transmite en directo mediante las redes sociales», manifestó Silver.
«Así que sí, pienso que se da una similitud entre este incidente y el primero. El primero me alarmó, me desalentó».
La policía en Colorado indagó el incidente en marzo y no presentó cargos. Morant tampoco ha sido acusado de ilícito alguno relacionado con el incidente de mayo.
Pero el contrato colectivo de trabajo entre la liga y los jugadores indica que los agremiados acceden a «no hacer nada que vaya en detrimento o que sea perjudicial para los intereses» de su equipo o de la NBA.
Es por ello que la suspensión de ocho partidos impuesta a Morant en marzo mencionó que había incurrido en una conducta que iba en detrimento de la liga. Es ahora razonable suponer que el argumento será parte de una nueva sanción.
«Cuando tenemos un estándar de conducta que va en detrimento, al final es algo que se basa en lo que vemos como los valores de esta liga y en nuestras expectativas sobre los jugadores en términos de la imagen que estamos retratando a nuestros aficionados», dijo Silver. «Así que no es un estándar legal, sino de una organización privada».