Los investigadores continúan recorriendo el fondo del océano en busca de información sobre cómo una «implosión catastrófica» mató a los cinco pasajeros de un submarino con destino al Titanic que repentinamente perdió la comunicación con su nave nodriza el fin de semana pasado, dijeron las autoridades.
Conforme a una publicación de CNN en español, los expertos militares encontraron que los restos coincidían con la desastrosa pérdida de la cámara de presión de la pequeña embarcación, anunció el contraalmirante de la Guardia Costera de EE.UU. John Mauger.
Los pasajeros que murieron eran un empresario británico de origen paquistaní, Shahzada, y su hijo, Suleman Dawood; el empresario británico Hamish Harding; el buceador francés Paul-Henri Nargeolet; y Stockton Rush, CEO del operador de la embarcación, OceanGate Expeditions.
¿Quiénes eran los pasajeros del submarino que exploraba el Titanic?
Mientras los funcionarios trabajan para determinar el cronograma y las circunstancias del accidente, se utilizarán vehículos operados por control remoto para trazar un mapa del campo de restos del Titán a más de 3 km de profundidad en el océano Atlántico norte, dijo Mauger.
Mientras tanto, el barco nodriza de Titán abandona el área de búsqueda este viernes y se espera que regrese al puerto de St. John’s, Newfoundland, a primera hora del sábado, dijo una fuente de Horizon Maritime, la compañía propietaria del barco, a Miguel Márquez, de CNN. Los sitios de seguimiento del tráfico marítimo este viernes por la mañana muestran una línea de barcos que regresan a St. John’s.
Las autoridades aún tienen que determinar de manera concluyente si la devastadora implosión ocurrió en el momento en que el sumergible dejó de comunicarse, aproximadamente 1 hora y 45 minutos después de su inmersión, dijo Mauger.
Los pasajeros del submarino Titán murieron tras una “implosión catastrófica”. ¿Cómo sigue la operación?
Una revisión de la Marina de los datos acústicos detectó una “anomalía consistente con una implosión o explosión” este domingo en el área general en la que el Titán se zambullía cuando se quedó en silencio, dijo a CNN un alto funcionario de la Marina. La información se “compartió de inmediato” con los comandantes en el lugar que lideraban la búsqueda y se usó para reducir el área de búsqueda, dijo el funcionario. Se determinó que el sonido «no era definitivo» y «se tomó la decisión de continuar nuestra misión como búsqueda y rescate y hacer todo lo posible para salvar las vidas a bordo».
Una vez que comenzó la búsqueda, los equipos tenían boyas de sonar en el agua «casi continuamente» y no detectaron ningún «evento catastrófico», dijo Mauger.
Cuando se le preguntó si se pueden recuperar restos humanos, Mauger señaló el «ambiente increíblemente implacable» y agregó: «No tengo una respuesta para las perspectivas en este momento». Una experta médica dijo que una implosión en aguas profundas no dejaría restos recuperables.
“Prácticamente no habría nada”, dijo la Dra. Aileen Marty, experta en Medicina de Desastres de la Universidad Internacional de Florida, a Anderson Cooper, de CNN. “Es muy poco probable que encuentren algo allí de tejido humano”.
OceanGate promocionó sus inmersiones como una experiencia única «verdaderamente extraordinaria» en medio de una creciente industria de turismo de aventura para los ultrarricos. Un asiento en una expedición al Titanic le cuesta a cada pasajero US$ 250.000, según muestra una versión archivada del sitio web de OceanGate.
Pero la tragedia ha renovado el escrutinio de las operaciones de OceanGate y el desarrollo de la nave Titán, de 6 metros y 10.400 kg, en medio de crecientes informes de preocupaciones de seguridad, problemas mecánicos y un supuesto desprecio por los procesos regulatorios.