El jefe de la Policía de Kenia, Japhet Koome, dimitió este viernes, un día después de que el presidente del país, William Ruto, destituyera a la mayoría de su Gobierno tras semanas de intensas protestas contra los planes del Ejecutivo para subir impuestos.
La Presidencia keniana emitió un comunicado en el que anunció que el presidente y comandante en jefe de las Fuerzas de Defensa, William Ruto, aceptó la dimisión de Japhet N. Koome como inspector general del Servicio Nacional de Policía.
Ruto nombró al hasta ahora vice inspector general, Douglas Kanja, como nuevo jefe interino de la Policía keniana.
Además, el mandatario realizó otros nombramientos en los altos cargos de la Policía y designó a un nuevo jefe para el Servicio Penitenciario de Kenia.
Estos cambios se producen tras un anuncio televisado realizado por Ruto el jueves, en el que declaró la disolución de todo su Gobierno, excepto el ministro de Asuntos Exteriores y el vicepresidente, y la destitución del fiscal general.
«Después de escuchar atentamente al pueblo de Kenia y de un análisis integral de la actuación de mi Administración y de sus logros y desafíos, he decidido destituir con efecto inmediato a todos los ministros y al fiscal general», afirmó Ruto desde la State House, sede de la Presidencia en Nairobi.
La decisión de Ruto fue tomada tras una serie de protestas masivas que comenzaron el pasado 18 de junio en oposición a un controvertido proyecto de ley que proponía una subida de impuestos.
Aunque el presidente finalmente rechazó firmar la iniciativa legislativa, las manifestaciones se transformaron en protestas antigubernamentales. El 5 de julio, Ruto había anunciado una serie de medidas de austeridad y adelantó que habría cambios en el Ejecutivo, formado por veinte ministerios.
Las movilizaciones, impulsadas en las redes sociales principalmente por jóvenes de la llamada ‘generación Z’, no contaron con líderes oficiales.
La respuesta de las fuerzas de seguridad ha sido violenta, utilizando gases lacrimógenos, pelotas de goma e incluso munición real contra los manifestantes, resultando en al menos 39 muertos, 361 heridos y 32 casos de desapariciones forzadas, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Kenia (KNCHR).
Esta es la peor crisis que enfrenta Ruto desde que asumió el poder en septiembre de 2022.
Kenia, a pesar de ser una de las economías de más rápido desarrollo en África, sigue enfrentando profundas desigualdades, con uno de cada tres kenianos viviendo con apenas dos dólares al día, según el Banco Mundial.
