El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, telefoneó esta noche a su rival presidencial republicano, Donald Trump, tras el atentado en el que este fue herido en una oreja durante un mitin en Butler, Pensilvania.
Según informó la Casa Blanca, Biden también habló con el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, y el alcalde de Butler, Bob Dandoy.
El incidente ocurrió cuando un tirador abrió fuego desde un tejado fuera del perímetro del acto de campaña, hiriendo a Trump en la oreja derecha. El tirador fue abatido por el Servicio Secreto. Dos personas murieron en el tiroteo, incluido el agresor.
Las autoridades están tratando el hecho como un intento de asesinato, y el FBI está a cargo de la investigación.
En una declaración televisada poco después del ataque, Biden expresó su alivio por la seguridad de Trump y condenó el acto de violencia: «No hay lugar para este tipo de violencia en Estados Unidos.
Debemos unirnos como una sola nación para condenarla». Sin embargo, evitó calificar el incidente como un intento de asesinato, afirmando que «tenía una opinión, pero ningún dato».
El presidente regresará a Washington el domingo, antes de lo previsto, desde Delaware.
Presidentes reaccionan
El expresidente, Barack Obama, también emitió un comunicado subrayando la necesidad de mantener la civilidad en la política: «Todo el mundo debería estar aliviado de que no resultara herido de gravedad, y aprovechar el momento para renovar el compromiso con la civilidad y el respeto en la política».
El atentado desató una ola de rechazo y solidaridad con Trump desde diferentes partes del mundo.
El Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, se mostró «conmocionado» y condenó enérgicamente el acto. Desde Canadá, el primer ministro Justin Trudeau expresó su solidaridad con Trump y con todos los estadounidenses, recalcando que «la violencia política nunca es aceptable».
El expresidente brasileño Jair Bolsonaro, quien también sufrió un atentado durante su campaña presidencial en 2018, manifestó su apoyo y deseo de pronta recuperación para Trump. En tanto, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, hizo un llamado a repudiar el atentado vehementemente.
En el Congreso de Estados Unidos, tanto demócratas como republicanos condenaron el atentado.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, declaró en X (anteriormente Twitter): «Ese horrendo acto de violencia en un mitin pacífico de campaña no tiene lugar en este país y debería ser condenado de forma unánime».
Por su parte, el líder de los demócratas en la Cámara Baja, Hakeem Jeffries, agradeció la rápida respuesta de los servicios de seguridad y reafirmó que «Estados Unidos es una democracia. La violencia política de cualquier tipo nunca es aceptable».
Presidentes en Latinoamérica condenan el ataque
Desde América Latina, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, condenó el ataque y lo calificó de irracional e inhumano.
El presidente argentino Javier Milei, quien mantiene una relación cercana con Trump, expresó su enérgico repudio al atentado. Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, rechazó el atentado y deseó «salud y larga vida» a Trump.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, vinculó el incidente con el negocio de las armas y la violencia política en Estados Unidos.
El multimillonario Elon Musk mostró su respaldo a Trump y pidió el voto para él en las próximas elecciones.
La expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner se solidarizó con Trump, recordando su propia experiencia con la violencia política, al igual que la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, y el gobierno de Paraguay.
El presidente uruguayo Luis Lacalle Pou y el presidente paraguayo Santiago Peña también condenaron el atentado, subrayando la necesidad de rechazar la violencia política.
El gobierno de Chile, a través de su canciller Alberto van Klaveren, deseó una pronta recuperación a Trump y enfatizó la importancia de un proceso electoral seguro y democrático en Estados Unidos.
El portavoz de Trump, Steven Cheung, aseguró en un comunicado que el expresidente «está bien y está siendo atendido en una instalación médica local».
El ataque ocurre días antes de la Convención Nacional Republicana en Milwaukee, Wisconsin, donde se confirmará la nominación de Trump como candidato presidencial republicano.