Michelle Muschett, directora regional para América Latina y el Caribe del PNUD, ve una creciente desconfianza en las instituciones de la región, creando grietas en las democracias.
Muschett está en Madrid, donde mantuvo varias reuniones con representantes del Gobierno español, “posiblemente el socio más importante que tiene el PNUD en América Latina y el Caribe” y también con responsables de cooperación de los países iberoamericanos.
En entrevista con EFE subraya que la desigualdad sigue siendo “el mayor reto” de la región, pero llama la atención sobre “el vínculo entre desarrollo y democracia” y la negativa evolución de este sistema en la región.
“Esta insatisfacción con la democracia, esta frustración de la sociedad con las instituciones, donde solo una de cada cinco personas dice confiar en ellas, está creando unas grietas en la democracia, que, sumadas a la debilidad institucional, están siendo aprovechadas por regímenes o liderazgos populistas”, analiza.
Un fenómeno que, a su juicio, “está permitiendo un avance acelerado del crimen organizado en la región que está permeando las instituciones”.
Con ello, esta es una de las cuestiones que el PNUD observa con más atención, y en cuyo informe de Desarrollo Humano se detiene en “la paradoja de la democracia en el mundo” y el “hecho de que nueve de cada diez personas dicen apoyar la democracia como la forma preferida de Gobierno”.