La Comunidad del Caribe (Caricom), formada por 15 países, tiene como objetivo reducir las importaciones de alimentos en un 25 % para 2025
El subdirector general de la FAO para América Latina y el Caribe, Mario Lubetkin, dijo a EFE que la reducción de la importación de alimentos en la región del Caribe es «un gran desafío» para el que hay diversas soluciones, entre ellas mejorar la irrigación.
La Comunidad del Caribe (Caricom), formada por 15 países, tiene como objetivo reducir las importaciones de alimentos en un 25 % para 2025, pero los avances se han visto obstaculizados por el reciente huracán Beryl.
«Esta propuesta para reducir las importaciones de alimentos es un gran desafío en el que no hay una única solución. Son muchas soluciones», subrayó Lubetkin, que se encuentra de visita en Barbados.
Lubetkin señaló que «la mayoría de los países de esta región entienden que la irrigación es una de las cuestiones clave para tratar de preparar las condiciones para aumentar o desarrollar la capacidad de producir alimentos».
Este gran proyecto de irrigación, que se puede implementar únicamente en terrenos con determinadas características topográficas que sí se dan en el Caribe, consiste en la excavación de surcos a lo largo del cultivo por los cuales baja el agua gracias a la gravedad.
El problema del cambio climático
«El cambio climático es un problema muy grande», reconoció Lubetkin, que indicó que esto ha lastrado los esfuerzos del Caribe de invertir para aumentar la producción de alimentos y reducir el número de personas con hambre.
El representante de la FAO abogó por compartir de mejor manera el conocimiento sobre la producción de alimentos, la innovación y la tecnología: «La región necesita apoyo de afuera, pero la cuestión es trabajar adentro», aseveró.
Según dijo recientemente el presidente de Guyana y líder de la iniciativa de Caricom de aumentar la producción local, Irfaan Ali, la misma ha logrado completarse en un 70 % pero está «en riesgo» debido al huracán Beryl.
Beryl, un huracán de categoría 4, impactó con fuerza a principios de julio pasado Jamaica, Granada y San Vicente y las Granadinas, causando varios muertos y una amplia destrucción de la infraestructura y el sector agrícola.
«Antes de Beryl, vimos una reducción en nuestra factura de importación de alimentos de alrededor del 12 % y eso es más de 500 millones de dólares», destacó Ali, quien lamentó al mismo tiempo que el huracán provocó unas pérdidas en el sector agrícola de la región superiores a 150 millones de dólares.
Los países miembros de Caricom son Antigua y Barbuda, Barbados, Bahamas, Belice, Dominica, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, Montserrat, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam y Trinidad y Tobago.
Conforme, pero no satisfecho, con la reducción del hambre
Sobre el objetivo de acabar con el hambre en el Caribe y América Latina, el representante de la FAO aseguró estar alentado, pero no del todo satisfecho.
La edición de 2024 del informe sobre el estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo (SOFI) mostró que el porcentaje de hambre en América Latina y el Caribe había aumentado del 5,6 % en 2019 al 6,9 % en 2021, pero que hay una reducción progresiva llegando al 6,2 % el año pasado.
«Son buenas noticias, pero no debemos estar satisfechos, porque aún restan 41 millones de personas en hambruna en la zona», dijo el funcionario uruguayo, recordando que la meta es lograr cero hambruna en América Latina y el Caribe.
«Otra gran noticia, si la podemos llamar así, es que América Latina y el Caribe es la única región que redujo la hambruna», agregó Lubetkin.
El informe SOFI reveló además que la hambruna afectaba específicamente al 5,2 % de la población de América del Sur, al 5,8 % en Mesoamérica y al 17,2 % en el Caribe.
Mientras, la tasa de inseguridad alimentaria moderada o severa en América Latina y el Caribe era de 28,2 %, un poco menos del promedio mundial de 28,9 %.