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70º aniversario de la misión naval a España (1954)

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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“Cuando te traicionan es como si te cortaran los brazos. Puedes perdonarlos, pero no puedes abrazarlos”.  -León Tolstói

Este 6 de septiembre se conmemora el 70º aniversario de la efeméride de la “Misión naval a España (1954)”. En una actividad oficial en el Palacio Nacional (2005), me encontré con el distinguido empresario José Luis Corripio Estrada (don Pepín). En esa ocasión me abordó sobre la misión naval a España, dadas sus sólidas raíces españolas.

Le hablé del viaje de los tres barcos de guerra dominicanos, simbolizando las tres carabelas que llegaron a La Española en 1492, y la Marina de Guerra dominicana devolviendo simbólicamente a España tan magno acontecimiento.

Iban en las naves 50 cadetes del Ejército, 50 guardiamarinas de la Marina de Guerra y 50 cadetes de la Fuerza Aérea; un batallón de infantería de Marina y la banda de músicos, para un total de 685 hombres a bordo, recorriendo 9.192 millas náuticas en ruta atlántica.

Don Pepín escuchó pacientemente mi exposición y expresó: “Escribe eso que tú me has dicho y tráemelo con fotografías para publicarlo en el periódico Hoy”.

Pasaron los meses entre mis obligaciones militares y la organización de la tarea emprendida. En mayo (2005) concluí el ensayo titulado: “Misión naval militar dominicana a España (1954)”.

El jueves 18 de mayo me comuniqué con don Pepín y le solicité una cita, manifestándole que tenía listo el ensayo. Me contestó: ‘Te espero mañana en mi oficina a las ocho de la mañana’.

El viernes 19 arribé a su despacho y le entregué el documento. Lo observó detenidamente y me dijo: ‘está bien’.

El día 20 de mayo, leyendo el periódico Hoy en su sección Areito, ¡vaya sorpresa!: había dos páginas de mi ensayo sobre ‘la Misión naval militar dominicana a España (1954)’. Ahí comenzó mi navegación literaria.

Debido a mi condición de militar activo, continué escribiendo en el periódico Hoy sólo sobre temas exclusivamente históricos.

La situación se me fue complicando porque los oficiales que leíamos mucho y escribíamos, éramos vistos como poco confiables y con recelo por ciertos superiores. Amigos preocupados por mi futuro, me sugirieron que discontinuara la escritura para la prensa.

Concluidas mis funciones como jefe de Estado Mayor de la Marina de Guerra (2009-2011), siendo viceministro de las Fuerzas Armadas, me encontré con el director del Listín Diario, licenciado Miguel Franjul en una actividad en esa cartera de Defensa, donde mantuvimos un diálogo agradable.

El experimentado periodista me inquirió sobre el viaje de Trujillo a España en 1954, agregando que mi progenitor—el almirante Lajara Burgos—, iba acompañando a Trujillo, quien se reunió con el generalísimo Francisco Franco en su escala en España, previo a su su visita al Vaticano para la firma del histórico Concordato de la Iglesia católica dominicana con el papa en Roma.

No puedo dejar de destacar que el almirante Luis Homero Lajara Burgos recibió en España honores y distinciones que el mismoTrujillo no obtuvo durante su reciente visita, lo que desató la ira del tirano. Como consecuencia, fue destituido de su cargo como jefe de Estado Mayor, truncándole su prometedora carrera naval por haberse destacado más de lo permitido en esa dictadura.

Le aclaré que el viaje de Trujillo se inició el 2 de junio de 1954, regresando al país el 14 de agosto.

El del almirante Lajara Burgos se inició el 6 de septiembre y culminó el 9 de noviembre de 1954. Como un sabueso del periodismo, cuando concluí, me manifestó: ‘prepáreme un trabajo de eso y llévemelo al Listín’. En el año 2012 llamé al Lic. Franjul para felicitarlo por el Año Nuevo y aproveché para informarle que tenía el ensayo listo y me respondió: ‘lo espero mañana en mi oficina del Listín con ese trabajo’.

Revisó el ensayo como un orfebre, comunicándome que estaba bien, que era un gran aporte histórico y aclaraba lo del viaje de Trujillo a Roma para firmar el Concordato y el del almirante Lajara Burgos, entonces jefe de Estado Mayor de la Marina de Guerra en la Misión naval a España, ambos en 1954. Me recomendó cambiar el título del ensayo y utilizar: ‘Trujillo y Lajara, dos travesías (1954)’.

El 4 de enero de 2012 salió publicado el ensayo, precisando la diferencia entre el viaje de Trujillo a España y luego a Roma, y el de mi padre al mando de la misión naval. Desde ese día, me he dedicado a escribir ensayos para el Listín Diario de manera continua por 12 años.

En el 70º aniversario de la misión naval a España (1954) las reseñas históricas del Ministerio de Defensa y de la Armada continúan omitiendo el despliegue militar más amplio y significativo de toda nuestra historia.

A pesar de haber coescrito el libro: “Misión naval a España,1954.

Almirante Lajara Burgos vicisitudes y consejo de guerra”, junto al mayor general Ramiro Matos, tercera edición, y habiendo publicado varios ensayos sobre el tema en el Listín Diario, todos con documentación rigurosa, resulta inexplicable que esta omisión de la historia persista.

Tal vez se trate de un hechizo maléfico de Trujillo, celoso del desempeño profesional de mi padre. 

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