Creo debemos mejorar la regresividad del Itebis IVA dominicano, con algo que el Centro Interamericano de Adm Tributarias, (CIAT) donde estudie becado en Costa Rica, propuso y funciona.
Retirar proyecto fiscal que tanto se estudió, porque sus ministros no socializan como dijeron hicieron, eso fue traumático para todos los sectores, significa que se tiran globos de ensayo y así no se puede gobernar, se ve que hay incoherencia, no se evalúan políticas fiscales.
Luis Abinader oye al pueblo, ira a la historia dejando legado de retractarse si no hay consenso, lo felicito.
Pero, hay que aumentar recaudaciones, bajar gastos y parar exoneraciones y privilegios, y hacer un Itebis más acorde a nuestra realidad, no las que suenen los asesores desfasados que contratan.
PROPUESTA:
Solución que todos aprueban es «El Itebis Personalizado» y es una devolución de impuestos a personas en deciles y situaciones extremas con una transferencia por tarjeta y bonos la cual tiene además la virtud de autofinanciarse.
Con la generalización de la factura electrónica y similares tecnologías, las administraciones tributarias podrán mejorar la focalización y simultáneamente combatir el fraude tanto al nivel del beneficiario como del contribuyente. Asimismo, en términos de economía política, la claridad en el instrumento favorece su control social y presupuestario, favoreciendo su aceptación entre los sectores que no son beneficiarios directos.
A diferencia de la solución “universal”, el Itebis Personalizado permite proteger, e incluso aumentar, la recaudación del principal pilar tributario, contribuyendo a la consolidación fiscal y compensando a los sectores más vulnerables de la población.
Eso se puede fácilmente observar a través de las simulaciones, que demuestran que la incidencia del Itebis sería proporcional al nivel de ingreso. Las estimaciones consideran los impactos recaudatorios y de equidad exclusivamente en el consumo privado de los hogares.
En resumen, creemos que la implementación del Itebis Personalizado puede ser un instrumento valioso para apoyar los procesos de consolidación fiscal con equidad de los gobiernos de América Latina y Caribe. Además de contar con la simplicidad de aplicarse este tipo de impuesto, los gobiernos de la región ya tienen acceso a las tecnologías y la información de buena calidad necesarias para identificar y hacer llegar el alivio propuesto a la población vulnerable de cada país.
El impuesto que más recauda es también el más regresivo, lo cual se agrava si se considera que el tributo con características más progresivas, el Impuesto a las Ganancias, en nuestro país en la realidad no lo es tanto, porque tiene un fuerte componente del impuesto sobre las empresas, el que es proporcional.
Una de las características fundamentales del IVA son sus rasgos regresivos, originados en que la proporción de ingresos dedicada a consumir para las personas de bajas rentas es mucho mayor que la proporción de consumo de quienes tienen altas rentas; dicho, en otros términos, la parte de ingreso consumido es mucho mayor para el primer grupo, con lo cual soportan relativamente mucho más el impuesto.
Este fenómeno es conocido desde siempre y, en la medida que es característico del tipo de imposición no se puede eliminar, por lo que se han creado medidas para atenuarlo: alícuotas diferenciadas y exenciones.
La mayoría de países han abordado el problema de la regresividad mediante exenciones o menores tasas para los bienes y servicios con alta participación en la canasta de consumo de los hogares de menores ingresos y/o considerados de interés social como, comida, educación, salud y otros, pero más allá de su propósito y en términos absolutos, esta estrategia beneficia más a quienes más consumen, que son los grupos de mayores ingresos, por lo que constituyen un subsidio generalizado (gasto fiscal) y crean complicaciones en la estructura del tributo.
Veamos un ejemplo: si se supone que un grupo de personas gana $100 (nivel bajo de renta) de los cuales consume el 80% o sea $80, un 50% de los cuales se encuentra exento de IVA, su ahorro de impuesto por la exención es el que sigue: de los $80 gastados en consumo, la mitad está exento, o sea $40 y, con una alícuota de IVA del 21%, se ahorra $40 x 0,21=$8,40.
Por su parte otra persona que gane $1.000 (nivel medio/alto de renta) consume la mitad de sus ingresos, $500 de los cuales el 30% está exento, su ahorro de impuestos es $500 x 0,30 = $150 con lo que se ahorra de IVA $150 x 0,21 = $31,50.
Cambiar 9 artículos a ley actual ITEBIS, se pude hacer y darles a deciles bajos un reembolso pidiendo que todos los dominicanos grandes y chicos presentemos una declaración conjunta de todos sus ingresos y hasta de lo que reciben del exterior para justificar cómo compran casa si apenas ganan 25 mil al mes, eso es ser claro Presidente