Puerto Príncipe. -La Organización de Naciones Unidas suspendió temporalmente la entrega de ayuda humanitaria en Haití por la imposibilidad de acceso al puerto y al aeropuerto en la capital debido al grave deterioro de la situación de seguridad.
El portavoz de la secretaría general, Stéphane Dujarric, explicó en su rueda de prensa diaria que los vuelos humanitarios han tenido que suspenderse después de que el Gobierno haitiano decretara ayer el cierre del aeropuerto Toussaint Louverture tras los disparos contra un avión de Spirit Airlines cuando aterrizaba.
El vuelo 951 de Spirit Airlines que cubría la ruta entre los aeropuertos de Fort Lauderdale, al norte de Miami (EE.UU.), y Puerto Príncipe tuvo que ser desviado este lunes tras ser alcanzado por disparos mientras se aproximaba a la capital haitiana.
El avión, con 48 personas a bordo, tuvo que desviarse a la ciudad dominicana de Santiago (norte, segunda del país), y posteriormente la compañía JetBlue reportó otro ataque contra una de sus aeronaves.
El cierre del aeropuerto hasta el 18 de noviembre se suma a las dificultades de acceso al puerto de la ciudad, el principal del país, que si bien está abierto a la navegación, está ‘de facto’ cerrado para el acceso por tierra, explicó Dujarric.
La ONU ha tenido que aplazar ‘sine die’ el movimiento de veinte camiones con medicamentos y suministros críticos que tenían que viajar hacia el sur del país, y ahora contempla la posibilidad de trasladar sus operaciones aéreas a un aeropuerto del norte del país.
Además, la actividad creciente de las bandas armadas ha obligado a las agencias de la ONU a paralizar sus operaciones de entrega de dinero en efectivo a “miles de personas” ante la imposibilidad de contar con la mínima seguridad.
Spirit y JetBlue
La Administración Federal de Aviación (FAA, en inglés) de EE.UU. prohibió los vuelos comerciales a Haití tras los ataques a tiros que sufrieron el lunes dos aeronaves de las compañías estadounidenses Spirit y JetBlue desde Puerto Príncipe, capital del país caribeño.
La agencia federal emitió una notificación en la que daba a conocer que todos los operadores estadounidenses quedaban prohibidos de volar a Haití durante los próximos 30 días, “debido a los riesgos asociados con la continua inestabilidad de seguridad” en la citada nación, que padece una crisis social y política.
El anuncio se da un día después de que un avión operado por Spirit y procedente de Fort Lauderdale, en el sur de Florida (EE.UU.), fuera baleado desde tierra cuando se acercaba al Aeropuerto Internacional de Toussaint Louverture, en Puerto Príncipe, un incidente que dejó a un miembro de la tripulación con heridas leves y obligó a desviar la nave hasta República Dominicana. Como resultado del ataque, la aerolínea suspendió sus vuelos a Haití hasta diciembre, como lo hicieron también otras compañías como American Airlines y JetBlue, esta última también víctima de un ataque con disparos. Según informó esta aerolínea estadounidense, el lunes uno de sus aviones fue tiroteado cuando acababa de despegar del aeropuerto de Puerto Príncipe con destino a Nueva York, sin que se reporten heridos en este caso.
“Si bien la tripulación no reportó problemas inicialmente, una inspección posterior del vuelo confirmó más tarde que el exterior de la aeronave había sido alcanzado por una bala”, dijo el portavoz de JetBlue Airways, Derek Dombrowski, a medios de prensa.
Capital se paraliza por segundo día consecutivo
El área metropolitana de Puerto Príncipe está paralizada este martes por segundo día consecutivo, con el cierre del principal aeropuerto, las escuelas y numerosas instituciones públicas y privadas, tras la violenta jornada de ayer, a raíz de las amenazas de bandas armadas que controlan alrededor del 80 % de la capital.
Después de que dos aviones comerciales fueran atacados el lunes, Puerto Príncipe vive una tensa calma, con tiroteos esporádicos, que coincide con el primer día de trabajo de Alix Didier Fils-Aimé, el nuevo primer ministro. Fils-Aimé se reunirá hoy con los miembros del Consejo Presidencial de Transición (CPT) para discutir la formación de su Gobierno, del que medios locales no descartan que sigan formando parte algunos de los ministros del gabinete anterior.
El nuevo primer ministro sustituye en el cargo a Garry Conille, quien había asumido el 12 de junio en sustitución de Ariel Henry, quien dimitió tras la violencia que estalló en Puerto Príncipe el 29 de febrero, cuando se supo que éste último, que no fue elegido sino designado tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021, planeaba posponer las elecciones hasta agosto de 2025, a pesar de que su mandato expiró el 7 de febrero.