La mujer desde su existencia en el plano terrenal, ha hecho valiosos aportes a la sociedad, mediante su entrega desinteresada, múltiples sacrificios y trabajo tesonero, con los que, siempre ha fortalecido cada factor y elemento del poder nacional, en sus distintos niveles.
Su función es perpetua sin buscar recompensas, más bien, consciente de su poder en lo que representa: su cultura y creencias, más allá de actitudes y prácticas que han procurado estereotiparla, polarizarla; degradarla.
Descomponiendo una frase de Sun Tzu, la mujer comprende todas las cosas y puede ver el camino de ellas. La ciencia en todas sus ramificaciones; la educación y el arte tienen su estampa.
Sus inventos y descubrimientos permean todas las áreas del saber y existir humano. desde la agricultura, alimentación, salud, educación, Matemática, Física, Química, aviación, Literatura, Política…, hasta las innovaciones modernas. Para muestra existen millones y millones de ejemplos.
Como Madame Marie Curie; Sor Juana Inés de la Cruz, Rosa Parks, Benazir Bhutto. La joven Malala Yousafzai…, por sólo mencionar unos pocos nombres e hincapié en las dominicanas, tan heterogéneas a nivel operativo y tan fuertemente efectivas entre ellas: María Baltasara de los Reyes, primera mujer en tomar las armas en la guerra de independentista de 1844, para defender nuestra nación.
Con ella, es justo rememorar a María Trinidad Sánchez; ella, entre sus múltiples aportes, fue parte del equipo que elaboró los cartuchos, que Los Trinitarios utilizaron en la gesta libertadora.
De igual forma, la dinámica y oportuna Ana Valverde, quien gestionó dinero para las acciones separatistas, y construcción de muros en la ciudad de Santo Domingo…, Salomé Ureña, insigne educadora que propició igualdad de derechos entre mujeres y hombres en nuestro país.
Asimismo, Andrea Evangelina Rodríguez Perozo, nuestra primera médica. ¡Cuántos aportes sociales nos legaste! ¡Paz eterna a tu alma! Igualmente, nuestro encomio a las mujeres de abril, tan diversas y duchas, accionado roles importantísimos en la revuelta de 1965, entre ellas: Yolanda Guzmán, aguerrida combatiente; Josefina Lora Iglesias (Piky), instructora militar en la Academia 24 de abril.
Además, Teresa Espaillat Hernández, la estudiante que se convirtió en entrenadora en la citada institución, donde fueron adiestrados miles de civiles que defendieron la soberanía nacional. ¡Larga vida en salud y abundancia, respetada coterránea!
Con ellas, hoy hacemos encomio a las más de cinco millones, 716 mil, 439 que componen la población femenina dominicana. Ellas ejercitan deberes, derechos, realizan actividades en pro de desarrollo colectivo, nacional, regional y mundial. Por eso, este preámbulo es una exaltación a la mujer, ciudadana del planeta, con énfasis en esta ocasión, en la militar y policía. Un reconocimiento a su afán, responsabilidades y proezas.
Del mismo modo, a la mujer que sigue haciendo hazañas en el mundo académico, donde es también es mayoría; a la del ámbito estratégico, operativo, táctico…, En este caso, el recién pasado viernes seis de diciembre, se celebró la XX Graduación Ordinaria Conjunta de la Universidad Nacional para la Defensa Juan Pablo Duarte y Díez (UNADE), donde obtuvieron títulos 2,650 profesionales civiles, policías y militares, en programas de posgrados, educación continuada y pasantía militar fronteriza.
Formación que fortalece capacidades de la población policial, militar y civil, para en alianzas preservar la nación mediante acciones efectivas y oportunas de seguridad y defensa. En la actividad citada precedentemente, se vivieron muchas emociones bienhechoras.
En mi caso, la piel se erizó al ver a la mujer dominicana, representar a sus instituciones militares; a su país, con tanto arrojo. Al tiempo de recibir como premio, los más altos lauros u honores académicos. ¡Qué felicidad!, y esto, no es sorpresa; la mujer dominicana es eso: agallas, ¡coraje!
Desde siempre, a la par con sus iguales, ha fortalecido la historia humana, siendo inspiración para el alcance permanente de desarrollo. Sus avances están presentes además, en las Fuerzas Armadas, Policía Nacional, cuerpos especializados y de bomberos, operaciones de emergencias, voluntarios, defensa civil…
¡Hoy aplaudo tus avances mujer militar!, es lo que te corresponde, como bien sentenció el científico Albert Einstein. Estamos conscientes de cuánto te ha costado. Sabemos igualmente, la intuición, certeza, fuerza, estatura, libertad de pensamiento, entrega y amor, que pone en todo cuanto tocas.
Qué esas acciones y valores te permitan atenuar obstáculos como la falta de igualdad; exposición a niveles de violencia, discriminación…, que aun representan retrancas en los distintos ámbitos que debes disfrutar de forma plena, para vivir con salud física y mental: educación, ciencia, deporte, negocios, entretenimiento, militar, laboral…, ¡salve mujer. Gracias!
Hasta la próxima entrega.
La autora reside en Santo Domingo
Es educadora, periodista, abogada y locutora.
