El crecimiento y la estabilidad económica de la República Dominicana ha dado la oportunidad a que grandes marcas comerciales del mundo realicen sus inversiones en el país, pero en las últimas décadas y mucho antes que el gobierno dominicano estableciera relaciones bilaterales con el gobierno de la República Popular China, los asiáticos están controlando el comercio en el país.
Es importante recodar que a principios del año 2000, los chinos iniciaron a instalar negocios de pica pollo en cada esquina y llenaron al país de este tipo de negocio de comida rápida, ya habían incursionado en los hoteles y cabañas y por último las tiendas de artículos del hogar y otros traídos de su país, logrando controlar el negocio.
Pero el gran problema no es la instalación de los negocios, si no la forma, según informaciones obtenidas por este medio, que los comerciantes chino incumplen con el Código Laboral de la República Dominicana, donde en su artículo 147 establece que la jornada laboral no puede ser mayor a 8 horas por día ni a 44 horas por semana.
Sin embargo, los trabajadores en puestos de dirección o inspección pueden trabajar hasta 10 horas por día, artículo totalmente violado por los comerciantes chino.
Según información, además de violar la jornada laboral, también contratan personal y cuando está cumpliendo los tres meses que establece la Ley, cancelan el empleado para que no puedan reclamar sus derechos.
Acuerdo entre RD y China
La República Dominicana y China han suscrito a la fecha más de 22 acuerdos en diversas áreas y han tenidos continuos e importantes avances en el desarrollo de la agenda bilateral que se ha diversificado en materia de comercio, inversión, turismo, agricultura, educación, investigación científica, intercambios de experiencia, lucha anti pandémica, formación de recursos humanos y cooperación para el desarrollo.
Luego de este acuerdo comercial, la plaza comerciales de capita chino, están ubicada en el país, completo y los visitantes encuentran artículos desde Lámparas de lujo hasta accesorios para vehículos y una gran variedad de artículos ferreteros.
Una de las interrogantes es si los chinos pagan sus impuestos en canal dé Panamá, para cumplir con su obligación fiscales y si la Dirección General de Impuestos Internos, le hace la fiscalización correcta y si en la Dirección de Aduana, también, le cobra a estos comerciantes igual que como lo hace con las demás empresas que están instaladas en el país.
