Puede parecer una contradicción, dado el estado de constante enfrentamiento, pero Estados Unidos sigue siendo uno de los principales compradores de petróleo de Venezuela.
Esto podría cambiar con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el lunes tras asumir formalmente el cargo que “probablemente vamos a dejar de comprar petróleo a Venezuela. No lo necesitamos”.
Lo dijo luego de que le preguntaran si seguía comprometido, como en su primer mandato, con la salida del poder del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Y aseguró que podría imponer más sanciones a la industria de los hidrocarburos en Venezuela, ya que EE.UU. “tiene petróleo más que suficiente”.
Hasta el momento hay fuertes sanciones contra el sector, aunque existen licencias especiales para empresas como Chevron.
Las declaraciones de Trump ponen el foco una vez más en el petróleo, el principal producto de Venezuela y la línea de vida de su economía en medio de las penurias económicas y la inacabable crisis política en el país, que se ha potenciado tras las controversiales elecciones en julio de 2024, en las que el Consejo Nacional Electoral proclamó ganador a Maduro sin presentar actas.
La oposición, liderada por Edmundo González y María Corina Machado, asegura haber ganado las elecciones y ha presentado un gran número de actas. Un análisis de CNN arroja que lucen auténticas, y en noviembre de 2024 el Gobierno de EE.UU. reconoció a González como presidente electo de Venezuela.