La Constitución de la República Dominicana al amparo de su artículo 30, establece que la bandera, el escudo y el himno nacional, son los símbolos patrios de nuestra nación. En este ámbito, el artículo subsiguiente de nuestra carta magna infiere, que nuestro lienzo patrio se compone de los colores azul ultramar y rojo bermellón, en cuarteles alternados, colocados de tal modo que el azul quede hacia la parte superior del asta, separados por una cruz blanca del ancho de la mitad de la altura de un cuartel y que lleve en el centro el escudo nacional. La bandera mercante es la misma que la nacional sin escudo.
La confección de nuestra bandera recayó en las nobles manos de verdaderas madres de la patria, distinguidas damas como María Trinidad Sánchez,María de Jesús Pina, Isabel Sosa y Concepción Bona. La bandera hilvanada por nuestras heroínas fue izada por primera vez el 27 de febrero de 1844, día de la Independencia nacional. En el congreso constituyente del 6 de noviembre de 1844 que promulgó la primera Constitución de la República, quedó adoptada la bandera nacional como símbolo de la patria, alternando un cuartel azul por rojo.
El uso de nuestra simbología patriótica está normado por la ley número 210-19, que tiene por objeto, regular su utilización ciudadana en todo elterritorio nacional, en las embajadas, consulados y legaciones diplomáticas de nuestro país en el exterior. Esta normativa establece todo lo referente a nuestra bandera nacional, su día, sus dimensiones, el horario para enhestar la bandera, las fechas especiales para enarbolarla. Además, expresa un tema muy importante en el ritual protocolar y funcionamiento institucional, que consiste en la prominencia de la bandera nacional, que siempre figurará en un punto de mayor protuberancia que los correspondientes a las banderas institucionales, las cuales no podrán enarbolarse sin estar acompañadas por esta. También, esta legislación estatuye la responsabilidad civil y penal por el uso al margen de la ley de nuestra insignia tricolor, con susprohibiciones y los actos considerados irreverencia y ultraje a nuestros símbolos patrios.
Cuando los entendidos en materia de simbologíapatriótica, citan los antecedentes de nuestra bandera nacional, todos coinciden en que el ideólogo de nuestra insignia tricolor lo fue el dominicano máspuro y noble, de la mente mejor amueblada, el padre de la patria Juan Pablo Duarte y Diez. Que sentenció, a través del juramento trinitario del 16 de julio de 1838, las inmortales palabras fijadas con tinta indeleble en el eco de la historia, citamos: “(…) La cual tendrá su pabellón tricolor en cuadros encarnados y azules atravesado con una cruz blanca. Mientras tanto, seremos reconocidos los trinitarios con las palabras sacramentales de Dios, Patria y Libertad”
Por ejemplo, el destacado historiador y militar dominicano Ramiro Matos González, en su libro “La bandera y el escudo dominicano” infiere, que quizás, el primer documento en que se habla de la bandera que acababa de ser enarbolada en la Puerta del Conde, es la carta del 6 de marzo de 1844, dirigida por el Cónsul de Francia en Santo Domingo al ministro francés Guizot. En ella establece, citamos: “Olvidaba hablarle a vuestra Excelencia del pabellón adoptado por los dominicanos (…) se compone de dos bandas horizontales, azul y roja cortadas a lo largo por una cruz blanca”
El Doctor Wilson Gómez, presidente del Instituto Duartiano, en su libro “Simbología patriótica” segunda edición, expresa: “La bandera dominicana fue diseñada por el Padre fundador de la República, Juan Pablo Duarte y Díez, en ocasión de redactar el texto del Juramento Trinitario, documento que dicho autor presentara a sus compañeros trinitarios la mañana del 16 de julio de 1838, en momentos de fundar la sociedad patriótica La Trinitaria”.
Aunque el día de la bandera nacional es el 27 de febrero, día de nuestra Independencia, la Comisión Permanente de Efemérides Patrias, ha establecidopor costumbre, realizar días antes, pero dentro de las celebraciones del Mes de la Patria, el acto de homenaje al lienzo tricolor, con un ceremonial breve, sencillo y hermoso en las escalinatas del palacio presidencial y de manera simultánea, en las escuelas, las gobernaciones, las alcaldías y las entidades gubernamentales.
Es oportuno resaltar, que el presidente de la República, Luis Abinader ha asumido de forma patriótica, dominicanista y nacionalista este acto de reverencia a nuestros símbolos patrios, recordemosel año pasado, cuando al encabezar esta actividad, expresó: “Este acto es simbólico, pero tiene mucho poder, y por eso se conmemora cada año para recordar el valor de la bandera como símbolo nacional. (…) tenemos el acto del homenaje a la bandera nacional como lo hacemos cada año para recordar, especialmente a los más jóvenes, recordar a nuestros estudiantes, recordar a los funcionarios públicos, el valor que tiene nuestra bandera, su símbolo, recordar siempre sus colores y lo que representa esto para el amor que debemos tener y la defensa diaria de nuestra patria”.
En un escenario protocolar similar, cargado de la ritualidad patriótica, fue que el presidente de Efemérides Patrias, filosofo y comunicador Juan Pablo Uribe, henchido de valor espartano, expresó: “Hoy, nos formamos cívicamente desde la postura reverente que exige la historia y la conciencia, haciéndolo en el espacio que representa el poder de la nación, el Palacio Nacional, para exaltar en el máximo significado de su esplendor un lienzo que los pueblos transforman en símbolo alrededor del cual se proyecta y se fija el interés colectivo e identitario de la nación: La Bandera…Nuestra Bandera Nacional”
Finalmente, dejo en la memoria y el corazón de mis conciudadanos, parte del irrepetible poema “Arriba el pabellón” del poeta y traductor Gaston Fernándo Deligne: “(,,,) El rojo, de su graciosa decisión habla al oído -¡Soy- dice el laurel teñido con su sangre generosa! Es el azul de su anhelo progresista clara enseña color con que el alma sueña cuando sueña con el cielo. Al blanco póstumo amor de sus entrañas, se aferra; dar por corona a la guerra el olvido redentor. ¡Presenten Armas! Ya ondea el pabellón, y se encumbra bajo el sol, que deslumbra y al clarín, que clamorea. Ladra un can, el estridente sonido sobresaltado; arde en armas el prado rompe en trinos el ambiente. ¡Que linda en el tope estás,dominicana bandera! ¡Quien te viera, quien te viera más arriba, mucho más…!
LIC. JUAN ALBERTO MICHEL G.
Abogado.