El base necesitó ayuda para llegar a la línea de personal después de lesionarse, metió sus dos lanzamientos y se fue al vestuario de nuevo sin apoyar
Afalta de 2:35 para el final del primer cuarto del partido entre los Mavericks y los Kings, Kyrie Irving hizo una entrada a canasta y, desequilibrado por una falta de DeMar DeRozan, pisó mal con la pierna izquierda. Se le fue la rodilla.
Cayó al suelo y se quedó ahí tendido durante unos minutos mientras recibía la atención de sus compañeros y del cuerpo médico de la franquicia de Dallas. Las primeras exploraciones apuntaban a un esguince de rodilla.
Tras ponerse en pie, no dudó en acudir a la línea de personal aunque necesitara ayuda para llegar hasta allí. Todo el público se puso en pie y ovacionó al base por su esfuerzo. Lanzó los dos tiros libres y los anotó. Después, volvió a requerir dos brazos amigos que le ayudaran a llegar hasta el vestuario y ya no regresó a la pista.
El gesto del base lanzando dos tiros desde la línea de personal estando lesionado recordó al de Kobe Bryant en 2013. El legendario escolta de los Lakers se rompió el tendón de Aquiles el 12 de abril de aquel año en un encuentro ante los Warriors, pero eso no le impidió acudir a los 4,60 metros para cumplir con sus dos lanzamientos.