Motivado en el penoso caso de la desaparición de la joven hindú en Punta Cana.
Revisando mis notas de mis entrenamientos en los Estados Unidos de Norteamérica sobre rescate y salvamento marítimo y mis experiencias en diversas asignaciones en la Armada, preciso que el tiempo en que un cuerpo emerge y es arrastrado a la orilla después de un ahogamiento, varía dependiendo de múltiples factores.
En obras especializadas como Tratado de Búsqueda y Rescate en el Mar y manuales de la Organización Marítima Internacional (OMI), se establecen patrones basados en la flotabilidad de los cuerpos y las condiciones oceanográficas.
1. Hundimiento inicial: Al producirse el ahogamiento, el cuerpo se llena de agua y se hunde rápidamente. En aguas con fuertes corrientes, puede desplazarse a cierta distancia del punto donde ocurrió el incidente.
2. Fase de flotación: Estudios como los del Instituto de Oceanografía y Salvamento indican que, dependiendo de la temperatura del agua, el proceso de descomposición genera gases que hacen que el cuerpo flote entre 2 y 5 días después del ahogamiento. En aguas cálidas, este fenómeno se acelera, mientras que en aguas frías puede retrasarse.
3. Aparición en la orilla: En textos de referencia sobre dinámica marina y estudios de corrientes litorales, se menciona que la acción del oleaje y las corrientes determina si el cuerpo se aleja mar adentro o es llevado hacia la costa. En condiciones normales, el período estimado para que un cuerpo reaparezca en la orilla oscila entre 3 y 7 días.
Diversos informes de rescate marítimo documentados en casos históricos también reflejan este patrón. Sin embargo, existen variaciones según factores como la profundidad del agua, la fauna marina y las condiciones atmosféricas, que pueden modificar significativamente estos tiempos.