La República Dominicana tiene como principal socio comercial a los Estados Unidos, que es la superpotencia con quien la mayoría de las naciones del mundo quisieran mantener intercambios comerciales y relaciones diplomáticas del mas alto nivel.
Todos en esta media Isla hemos coincidido en que cada Estado es soberano y que cualquier decisión que se tome respecto a su soberanía merece ser respetada, por lo que haciendo uso de ese derecho que consideramos universal, los Estados Unidos tomó la soberana decision de retirar los visados al presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Roberto Rosario Márquez.
Las autoridades de la Embajada Norteamericana que en otras ocasiones han retirado el visado a influyentes e importantes funcionarios y figuras publicas dominicanas nunca le habian notificado la decisión del Departamento de Estado de los Estados Unidos, sin embargo con Rosario Márquez, tuvieron la cortesía y se tomaron la molestia de visitarlo en su despacho para informarle esa decisión.
Desde luego, eso ha generado una serie de conjeturas y especulaciones que ameritan una oportuna y necesaria aclaración de parte de la legación diplomática Norteamericana en el país, porque cuando se trata del retiro de visas a un funcionario publico de la categoría de Rosario Márquez, es porque algo grande ha pasado y la población no lo sabe. Pero si bien los dominicanos merecemos una explicación de la Embajada Norteamericana respecto al retiro de las visas del presidente de la Junta Central Electoral, también nuestros legisladores deben tener cuidado al tomar cualquier decisión que nos haga ver como una nación que desafía a su principal aliado comercial.
El problema suscitado a raíz del retiro de los visados de Roberto Rosario Márquez, no debe ser motivo para que a la población dominicana se le ratifique un funcionario que lleva mas de una década en la Junta Central Electoral, ocupando las mas importantes funciones de ese órgano, y máxime si la mayoría de los dominicanos entendemos que ya cumplió su cometido en ese lugar.
Ratificarlo en la presidencia o dejarlo en cualquier cargo de la Junta Central Electoral o del Tribunal Superior Electoral, seria un grave error que cometerían los Senadores de la República, porque con ello le estarían echando una vaina innecesaria a la República Dominicana y por vía de consecuencia un malestar tanto interno como externo, por lo que eso implicaría para el país y los Estados Unidos.
Lo lógico y aconsejable es que quienes estén pensando en solidarizarse y satisfacer al presidente de la Junta Central Electoral, con ratificarlo en ese puesto para enfrentar a la Embajada de los Estados Unidos, desistan de esa aventura, porque a quien meterían en un callejón sin salida al presidente Danilo Medina y a la República Dominicana que no tienen vela en ese entierro.
Si el doctor Roberto Rosario Márquez está interesado en que el Departamento de Estado de los Estados Unidos le explique las razones que tuvo para retirarle sus visados que lo hago utilizando cualquier resquicio legal que haya para ello, pero que bajo ninguna circunstancia pretenda arrastrar a mas de 10 millones de dominicanos que no tienen la culpa de desafiar a una nación que ha sido condescendiente con nuestro país por albergar a más de un millón y medio de criollos que mensualmente envían cientos de millones en remesas a sus familiares que dejaron aquí.
En definitiva como todos reconocemos el derecho que tienen las naciones a retirar el visado a cualquier persona que entiendan que no la puede tener, por las razones que a ellas les de la gana, y el doctor Rosario Márquez se ha sentido ofendido por la decisión tomada por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, a esos que resuelvan ese asunto y que dejen tranquilo al pueblo dominicano que bastantes problemas tiene que enfrentar internamente y que por eso no esta en condiciones de involucrarse en otro conflicto frente a los Estados Unidos.
agendasemanal@hotmail.com
No inventen con eso
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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