Los fabricantes de cigarrillos electrónicos afirman que sus productos pueden ayudar a los adultos a dejar de fumar, pero una nueva investigación sugiere que muchos adolescentes usan los dispositivos porque les parecen chéveres, novedosos y divertidos.
«Aunque con frecuencia los adultos utilizan los cigarrillos electrónicos como dispositivos para dejar de fumar, encontramos que la mayoría de los estudiantes de nuestra encuesta [incluso el 47.8 por ciento de los que habían fumado cigarrillos recientemente] se veían motivados por las características ‘chéveres/divertidas/algo novedoso’ de los cigarrillos electrónicos», escribieron los autores del estudio.
El Dr. Michael Khoury, residente de cardiología pediátrica en el Hospital Pediátrico Stollery en Edmonton, Canadá, dirigió la investigación durante una residencia previa en el Hospital de Niños Enfermos y en la Universidad de Toronto.
En el estudio participaron casi 2,400 estudiantes de Ontario de 14 y 15 años de edad. Se preguntó a los adolescentes sobre el uso que hacían de los cigarrillos electrónicos, incluyendo el motivo de que los probaran y la frecuencia con que los usaban.
Siete de cada 10 encuestados, casi 1,600 estudiantes, conocían los cigarrillos electrónicos. Casi un 25 por ciento dijeron que se habían enterado de su existencia por un exhibidor en una tienda o un anuncio. Poco más del 10 por ciento (238 de los adolescentes) los habían usado.
El uso de cigarrillos electrónicos fue más común entre los chicos que dijeron que ya habían fumado cigarrillos o utilizado otros productos de tabaco, o que tenían amigos y familiares que lo hacían, encontró el estudio.
Los investigadores también encontraron que los adolescentes no los usan para dejar de fumar.
«El uso de los cigarrillos electrónicos [también] se asoció con que los mismos adolescentes reportaran un nivel más bajo de salud, un mayor nivel de estrés y unos ingresos estimados más bajos en el hogar, lo que sugiere que el uso de los cigarrillos electrónicos podría tener algunas asociaciones clave que podrían ayudar a identificar a los adolescentes en riesgo», escribieron Khoury y sus colaboradores.
Los autores dijeron que sus hallazgos quizá no sean representativos de todos los adolescentes. Pero hicieron un llamado a unas regulaciones más estrictas sobre el uso de cigarrillos electrónicos entre los jóvenes, restricciones en la publicidad y una prohibición de los sabores en los cigarrillos electrónicos.
En mayo, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. anunció una nueva norma que prohíbe a los minoristas vender cigarrillos electrónicos, tabaco para narguiles o cigarros a menores de 18 años
El estudio aparece en la edición del 18 de julio de la revista CMAJ (Canadian Medical Association Journal).
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