Sucintamente recordamos los filósofos Platón y Sócrates dedicados a la educación.
Platón y sus discípulos: Tus bienes y males dependen de aquellos con quienes más te haya juntado. ¿A dónde vais hermanos? No os dais cuenta de que hacéis lo contrario a lo que debéis, y os ocupáis del dinero, y no buscáis para vuestros hijos maestros de justicias, no os preocupáis de reformar la educación.
Sócrates le dice al sofista Antifón: lo primero cuanto tienen los hombres es la educación, pues es como la siembra que produce la cosecha y lo que, una vez plantado en el corazón del hombre florecerá toda la vida.
Sócrates apegado a la educación como algo de magia pensaba que su fe educadora era tan inmensa que la veía capaz de corregir la misma fealdad de su rostro y por ello iluminaba a la juventud para que vieran en el espejo, si eran hermosos, para mantenerse dignos de verlos, si feos, para corregir la fealdad con la educación. La fe en la educación es tenerla hacia la vida misma, hacia la perfecta conducta.
Nos alejamos de los grandes maestros de maestros que los siglos mantienen presente sus enseñanzas. Es realidad, estamos de espaldas y no inclinados a vivir lo que nuestro patricio Juan Pablo Duarte enseñó a la juventud Trinitaria libertadora. Y, Eugenio María de Hostos en la educación secundaria, la moral social. Ser dominicano ético.
Hoy nuestro invitado es el gran maestro Confucio: “La virtud más sobresaliente de los hombres meridionales es la paciencia para educar a sus semejantes”.
El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana.
De mi bitácora: El poder de la educación
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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