Washington.- La familia de uno de los negros muertos por policías, Alton Sterling, abatido esta semana en Luisiana, llamó este viernes a la calma, tras la matanza de Dallas, Texas, que ha dejado cinco policías muertos y nueve heridos (siete agentes y dos civiles).
«Mantenemos que los agentes que violan la confianza pública y su formación no se deben tomar como representativos del sistema judicial del País», dijo en un comunicado la familia de Sterling, al que dos policías blancos dispararon el martes a quemarropa cuando lo tenían sometido en el suelo en Baton Rouge (Luisiana).
«Responder a la violencia con más violencia no es una solución», continúa el comunicado, ya que la muerte de Sterling era el principal motivo de la manifestación que comenzó de forma pacífica anoche en Dallas y desembocó en el tiroteo.
La familia admite que «las fuerzas policiales tienen un trabajo muy difícil y la amplia mayoría se comporta de forma honorable, protegen y sirven a nuestras comunidades».
«Independientemente de cuán enfadados y afectados estemos, la recurrencia a este tipo de violencia enfermiza nunca debe suceder y simplemente no se puede tolerar», agrega el comunicado.
La matanza de Dallas se produjo tras más de un año en el que se han producido repetidos episodios de tensión racial, especialmente tras la muerte en Ferguson, Misuri, en agosto de 2014 del joven negro Michael Brown a manos de un agente blanco que luego fue exonerado de todos los cargos.
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