La ruta que une al continente

“Somos la ruta que une al continente y al mundo a través del Istmo de Panamá”, expresó el presidente de esa nación Juan Carlos Varela en el acto inaugural de la ampliación en la esclusa de Agua Clara, provincia de Colón.
 
El domingo pasado, el buque chino Cosco Shipping Panamá cruzó en casi 12 horas las nuevas esclusas de Agua Clara, en el Atlántico, y Cocolí, en el Pacífico. El barco posee las medidas máximas para pasar el canal: 299,98 m de eslora y 48,25 m de manga.
 
EL CANAL DE PANAMÁ, EL PUERTO MARIEL Y EL GRAN CARIBE
 
La Zona Especial de Desarrollo Mariel es un proyecto dirigido a fomentar el desarrollo económico sostenible de Cuba, a través de la atracción de inversión extranjera, la innovación tecnológica y la concentración industrial, garantizando al mismo tiempo la protección del medio ambiente.
 
Se localiza en el centro de la región del Caribe y las Amé­ricas, entre el cruce de los ejes norte-sur/este-oeste del tráfico comercial marítimo de mercancías. Es el centro de una circunferencia de 1 000 millas de radio, donde se localizan los principales puertos de la región.
 
La ampliación del Canal de Panamá impactará en el tránsito de mercancías de la región, lo cual abre aún más oportunidades para la Zona Especial de Desarrollo Mariel.
 
CUBA Y PANAMÁ: UNIDOS EN LA HISTORIA
 
Según el primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en su discurso con motivo del otorgamiento del Título Doctor Honoris Causa al General de Ejército Raúl Castro Ruz por la Universidad de Panamá, hacia el año 1886 se consignaban de manera oficial 275 trabajadores cubanos en los trabajos de construcción del canal de Panamá.
 
Entre ellos, había una gran cantidad de integrantes del Ejército mambí, entre los que se encontraban Máximo Gómez y los hermanos Antonio y José Maceo.
 
Asimismo, existe en una plaza panameña una tarja dedicada al científico cubano Carlos J. Finlay donde se lee: “el descubrimiento de la transmisión del germen de la fiebre amarilla por el doctor Carlos J. Finlay en 1881, no solo marca una época en la historia científica del mundo, sino que es de especial significación para Panamá. Sin este descubrimiento, que hizo posible el saneamiento de las zonas tropicales, la gran obra del Canal de Panamá, no habría podido hacerse sin ingentes sacrificios de vidas. El pueblo y gobierno de Panamá agradecidos del ilustre sabio cubano, perpetúan su recuerdo”.

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