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José Mármol: “Air Europa abandona pasajeros a su frágil suerte”

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El poeta y ejecutivo de Comunicaciones del principal banco dominicano, José Mármol, narró la mala experiencia que vivió el domingo 6 de junio en el vuelo UX 091 de la aerolínea española Air Europa, con destino a Nueva York, travesía en la que terminó abandonado en el aeropuerto de Bostonjunto a su esposa Soraya.
 
Mármol relata en un artículo publicado bajo el título “Un viacrucis posmoderno”, que la aerolínea perteneciente al Grupo Globalia abandonó los pasajeros a su suerte, tras un vuelo que en principio había sido agradable pero que luego se tornó traumático debido a las condiciones del tiempo y al pésimo servicio del personal de Air Europa, una vez en tierra.
 
El intelectual detalla que después de ocho horas de vuelo, la capitana de la aeronave, informó a los pasajeros y a la tripulación que debían permanecer sobrevolando Nueva York, acción que se prolongó por más de una hora y media, debido a que una tormenta de lluvia y viento impedía el aterrizaje.
 
No obstante, la misma capitana anunció que el Aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York, donde se suponía que aterrizarían, había sido cerrado, razón por la cual debían seguir el viaje haciaBoston para posarse allí.
 
Una vez en tierra, el avión permaneció por alrededor de dos horas en la pista de aterrizaje, dado que no había lugar autorizado para aparcar la aeronave.
 
“Creímos que sería un descenso momentáneo; que volveríamos al avión para dirigirnos a Nueva York. Mientras nos desplazábamos por la terminal, descubrimos que íbamos directo a Migración. Eran las doce de la media noche. De Migración pasamos a Aduanas y, sin alternativa ni mínima información de la línea aérea, sin que apareciese personal alguno de tierra para orientar a los pasajeros”, manifiesta el prolífero escritor.
 
Según relata Mármol, las pizarras electrónicas del aeropuerto JFK, no marcaban la llegada del vuelo y familiares, transportistas y hoteles contratados pensaban que ese vuelo había desaparecido del radar.
 
“La desinformación creó la antesala de un caos. Sin embargo, la comunicación móvil y la información digital permitieron poner en conocimiento a familiares y amigos de que estábamos vivos en Boston”, señala.
 
Concluye su artículo indicando que “le apena que no haya alguna regulación para amparar a pasajeros de vuelos que experimenten este tipo de percances, más allá de una simple reclamación a la empresa, tal vez estéril. La información oportuna, responsable es crucial en estos casos, y vale más que reembolsos”.

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