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La adicción al juego aumenta entre los más jóvenes que apuestan ‘online’

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“Las adicciones centran uno de los grandes debates actuales en la sociedad”, indica Francisco Ferre, jefe del Servicio de Psiquiatría B del Hospital Genera Gregorio Marañón de Madrid. Este hospital, junto con la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD), ha organizado las II Jornadas de Adicciones Comportamentales y Patología Dual. El evento se ha desarrollado ayer y hoy en Madrid con el objetivo de profundizar en los problemas derivados de un mal uso de las tecnologías y reflexionar sobre las llamadas «adicciones comportamentales».
 
Las «adicciones comportamentales» son aquellas que no implican el consumo de ningún tipo de sustancia, ya que aquello que se convierte en adictivo es un comportamiento, conducta o hábito. Pueden estar vinculadas a las nuevas tecnologías, pero también a funciones corporales o a comportamientos sociales. Sin embargo, “que alguien dedique mucho tiempo a actividades placenteras como practicar sexo, comer o jugar no quiere decir que estén enfermos”, destaca Ferre. “Un reciente estudio publicado en el New England Journal of Medicine establece que menos del 10% de personas expuestas a situaciones o sustancias adictivas llega a desarrollar una conducta adictiva”, ha indicado Nestor Szerman, presidente de la Fundación de Patología Dual.
 
Tal y como ha expuesto Ferre, este problema no suele aparecer de manera independiente, sino que en muchos casos coexiste con otros trastornos mentales, ansiedad o depresión, y, por ello, se hace llamar “patología dual”. “Con esta nomenclatura, los profesionales hacemos referencia a la convivencia de dos patologías: una conducta adictiva junto con otro trastorno mental”, ha explicado.
 
Este tipo de adicciones son muy frecuentes en jóvenes con trastorno por déficit de atención e hiperactividad, y también en personas con trastornos del espectro obsesivo-compulsivo. Se trata de un problema que ha de tratarse de manera psicoterapéutica, ya que “debajo de estas adicciones con total seguridad hay otra patología que se ha de solucionar”, añade Ferre.

La adicción ya es online
“Se habla a veces de adicción a internet, pero Internet no es otra cosa que un vehículo, al igual que no somos adictos a la cajetilla de tabaco, sino a los cigarros que contiene”, ha indicado Ferre. Internet es una herramienta con muchas opciones de riesgo para las personas, y especialmente para los más jóvenes. La dependencia al juego –que está vinculado a otros trastornos mentales en un 96% de los casos- tiene más fuerza en la gente joven, sobre todo desde que se puede jugar en línea, tal y como han indicado los doctores.
 
El 64% de los jóvenes en España tiene el móvil al lado de la cama mientras está durmiendo
 
De hecho, entre un 1% y un 2% de los adultos tienen adicción al juego, mientras que entre los adolescentes, las cifras oscilan entre el 3% y el 8%. “Lo ven ustedes todos los días en cualquier partido de fútbol: las apuestas están anunciadas en vallas y camisetas de jugadores. Es anónimo, rápido, pequeñas cantidades… ¿qué puede ser más fácil para un adolescente que ya no tiene ni que ir a un casino?”, dice Ferre. Los adultos prefieren los casinos y las tragaperras, mientras que los jóvenes suelen optar por las apuestas deportivas o el póker online, y las enfermedades que se asocian más frecuentemente a esta adicción son la fobia social, el trastorno de déficit de atención, el trastorno obsesivo compulsivo, la personalidad límite y la psicosis, según explica Szerman.
 
Otra de las grandes preocupaciones que se han abordado en las jornadas es la relativa al uso de móviles a edades muy tempranas. Según los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2014, un 63,5% de los niños de entre 10 y 15 años tenían móvil. Las cifras de adicción a este aparato en niños y adolescentes en España varían según los estudios entre el 4% y el 10%, recuerda Ferre. En España, el 64% de los jóvenes tienen el móvil al lado de la cama mientras duermen. En total, el 9% de los usuarios de móvil en nuestro país son adictos a él. “Los padres no debemos hacer que sean totalmente ajenos a Internet, pero sí tenemos que fomentar un uso adaptativo de la red, es decir, que se haga con sentido común en cuanto a tiempo que se destina a usarla y a contenidos que se consultan”, ha recomendado Ferre.

Las adicciones más allá de la pantalla
La adicción al ejercicio, al sexo, a la comida o a las compras son algunos ejemplos de trastornos duales no vinculados a Internet
 
No todas las «adicciones comportamentales» entendidas como trastornos duales tienen que ver con Internet y las nuevas tecnologías. Los adictos al ejercicio, por ejemplo, enmascaran a menudo trastornos obsesivo-compulsivos o anorexia nerviosa, mientras que la adicción al sexo se asocia a la ansiedad. Los trastornos de la conducta alimentaria son más frecuentes en mujeres, no hay diferencias étnicas y se relacionan con el trastorno por uso de sustancias, el de déficit de atención o a pensamientos suicidas.
 
La dependencia emocional, por otro lado, todavía no ha sido definida de una manera clara por los profesionales. “Es importante establecer un instrumento de medida consensuado sobre lo que se considera dependencia emocional. Actualmente estamos desarrollando una escala de dependencia emocional que esperamos que vea la luz en noviembre”, ha dicho Ferre.
 
Esta última adicción se suele presentar acompañada de comportamientos obsesivos, inmaduros y dependientes, y está vinculada a trastornos de ansiedad o al trastorno límite de personalidad. En el caso de los jóvenes, es mucho más frecuente en varones que en mujeres, según han especificado los dos especialistas.

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