La Corte Suprema de Estados Unidos propinó un duro revés al presidente Barack Obama, al ratificar con un voto dividido de 4-4 el dictamen de un tribunal inferior que bloqueó su plan para evitar la deportación de millones de inmigrantes ilegales y darles permisos de trabajo.
El fallo se produce siete meses antes del final del mandato de Obama y representa el logro más reciente de sus adversarios republicanos que han frustrado una de las iniciativas más ambiciosas del presidente demócrata. También mantiene a la inmigración como un tema álgido en el debate para las elecciones presidenciales del 8 de noviembre.
«Desde hace más de dos décadas, nuestro sistema de inmigración (…) está fallido y el hecho de que la Corte Suprema no fuera capaz de adoptar una decisión hoy no es sólo un retroceso aun mayor para el sistema, sino que nos aleja más del país en el que aspiramos a convertirnos», señaló Obama.
La decisión, tomada con 4 votos a favor de la ratificación y cuatro en contra, deja en vigencia un dictamen de un tribunal inferior que bloqueó un decreto en materia migratoria que nunca llegó a ser implementado.
Obama presentó la iniciativa en noviembre del 2014, que rápidamente tuvo que enfrentar los recursos judiciales del gobernador de Texas y de 25 otros estados. El argumento fue que el presidente estaba excediéndose en su autoridad al emitir un decreto porque no conseguía la aprobación del Congreso.
El mandatario estadounidense dijo que el fallo de la Corte Suprema era «frustrante» para quienes quieren «llevar algo de sentido común» al sistema de inmigración y permitir que un número estimado de 11 millones de extranjeros que viven ilegalmente en Estados Unidos «salgan de las sombras».
El plan inicial de Obama fue reformulado para permitir que casi 4 millones de personas -que vivían en Estados Unidos ilegalmente desde el 2010, carecieran de antecedentes criminales y tuvieran hijos nacidos en el país o familiares con residencia permanente- ingresaran a un programa que los protegiera de la deportación y les otorgara permisos de trabajo.
El tema de la inmigración ilegal ha tenido un lugar destacado en las campañas a la Casa Blanca. Donald Trump, el probable candidato republicano, ha llamado a deportar a todos los inmigrantes que están ilegalmente en Estados Unidos -la mayoría originarios de México y de otras naciones latinoamericanas- y a levantar un muro en la frontera sur.
«Tengo la firme convicción de que la inmigración no es algo a lo que debamos temer», dijo Obama. «No tenemos que encerrarnos en muros para protegernos de aquellos que no se parecen a nosotros (…) porque ser estadounidense es mucho más que eso».
«Lo que nos hace estadounidenses es nuestro compromiso colectivo con el concepto de que todos nosotros fuimos creados iguales», manifestó Obama.
Suprema de EEUU bloquea plan de inmigración de Obama
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