La Policía Nacional implementa acciones destinadas a reducir la inseguridad que perciben los ciudadanos, tal y como informó el jefe de la institución, mayor general Nelson Paredes Peguero, pero tendrán que generar disímiles acciones, y deberán tirar al piso disímiles pirámides de temores y actos de una delincuencia creciente, que mantiene a las familias dominicanas en medio de ese desasosiego e inquietud que parecen no acabar nunca.
No vale que sean las denominadas “zonas residenciales”; o los otrora “barrios seguros”. La vida pende de suerte y circunstancias en las cuales, si el atracador decide, nos deja con vida y se lleva todo lo que represente valor material a su paso. A veces hay que “condicionar” el miedo y dar rienda suelta a la lógica; eso tiene lugar cuando el “asaltado” en peligro prefiere “negociar” con el delincuente y permitir que se lleve todo, porque definitivamente, nada es más importante que la vida.
Después viene la frustración de reconocer que se han llevado el dinerito de la quincena, el anillo cuyo valor sentimental nada puede pagar… En fin, que tendrá que agilizar la Policía esa depuración, saneamiento de finanzas que le permitan pagar mejor a quienes deben cuidar a la ciudadanía en las calles y actuar con tal rapidez, que el desaprensivo crea ver sus ojos militarizados por todas partes.
Que los programas, vengan de España o de donde sea; pero que acaben de dar resultado y que otra vez haya las costumbres urbanas de visitar a familiares y amigos, de salir a cualquier hora y sentir que la República Dominicana es esa nación bendecida y amorosa, cuyos habitantes merecen vivir en paz.
¿Ganar la confianza?
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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