Con caminatas y protestas se inició en suelo dominicano la Cuadragésima Sexta Asamblea General Ordinaria de la Organización de Estados Americanos (OEA), cuyo tema central es el “Fortalecimiento Institucional para el Desarrollo Sostenible de Las Américas”.
Ya su secretario general, Luis Almagro, aseguró que no tratarían el tema de Venezuela, debido a que se programó una reunión del Consejo Permanente para el jueves 23 del presente mes.
Y si alguna reflexión merece la presencia de este organismo aquí, es que no son muy buenas las memorias que guarda el pueblo dominicano, a quien Almagro pidió disculpas por la intervención de que fue objeto la República Dominicana en 1965 por la llamada Fuerza Interamericana de Paz (FIP), liderada por Estados Unidos.
Entre las circunstancias que mediaban cuando el funcionario hizo ese reconocimiento público del error de la OEA, entre los muchos cometidos en países de la América Nuestra, estaba el que la nación enfrentaba al retirarse como miembro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en momentos en los cuales activistas planteaban inquietudes sobre el bienestar de los migrantes en el país.
El gobierno dominicano asentó sus puntos de vista y afirmó que la OEA debía ser consistente con los valores y los principios fundamentales de política exterior y de derecho internacional y actuar en defensa de derechos humanos y el fortalecimiento de la democracia. Sobre todo, cumplir lo esencial, que significa no intervenir en los asuntos internos de los estados y que nada de lo que se haga sea considerado como una injerencia.
De manera que este encuentro trae memorias, reflexiones y recuerdos nada agradables, porque los sufrimientos y pérdidas de aquella invasión validada internacionalmente por la OEA y por la intervención que esta aprobara, han quedado en la historia con víctimas que pesan en cada página vivida. Ahora, son otros los tiempos, los temas varían y ojalá se cumpla aquello de que cumplan con los postulados fundamentales, asuman posiciones históricas e impidan que hechos del pasado vuelvan a ocurrir.
Claro que lo que ocurrió ya no se repara, pero debe servir para no cometer los mismos errores.
La OEA aquí
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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