En nuestro interior siento el impulso irresistible del silencio observador del desafío entre el sentimiento de vida ciudadano al servicio público y la realidad. La vida de intereses personales económicos del creído sistema democrático no es más que el peligro y lucha del estado natural que muestra haber entendido lo adverso del amor predicado por Jesús. Armaos los unos contra los otros y el pan no lo reparte.
“Puede que los ideales que albergamos, nuestros sueños más anhelados y nuestras más fervientes esperanzas no llegan a cumplirse mientras vivamos. Pero, eso no importa.
Saber que en un día cumpliste con tu deber y estuviste a la altura de la expectativas de tus congéneres es por sí misma una experiencia gratificante y un logro magnifico”. Lo que acabas de leer es una de las verdades vividas por el inmenso, valeroso libertador Nelson Mandela; en una carta escrita a Sheena Duncan el primero de abril de 1985.
Los hombres de esta República sabemos, la historia lo explica. Así es la vida. Siempre debemos enfrentarnos con circunstancias desgraciadas. Lo que fue bueno para nuestros antepasados resulta hoy anacrónico. Nuestra anciana naturaleza espiritual no ha cambiado aunque se presenten distintas las circunstancias externas, eso no cambia. La verdad del ayer, lo es hoy y la del mañana. Es ley natural. No importa lo que diga la otra. Es vida única, racional. Nuestro padre nos enseñó: Toda la vida unida a los principios, a la dignidad, la sana y firme voluntad, coraje y todo lo que crece en los cimientos de la buena costumbre.
Amigos lectores, les escribo cuando el habla me narra las realidades que el alma presenta. Hay motivos…Detenido, meditabundo; me cuestiono y entrego ¿Por qué no mirar dentro de sí en sinceridad? Sería necesario cambiar o seguir igual. Tú lo decidirás. Cuando se da lo mejor de sí la plenitud y la paz reina.
Hoy los dejo con Paul Sartre: “Quien es auténtico, asume la responsabilidad de ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es de ser”.
El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicano
Meditabundo: Buscando momentos de felicidad
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
Story
Page