La actitud prepotente y autoritaria en las decisiones del titular de la Junta Central Electoral, Roberto Rosario, a la hora de pronunciarse sobre las medidas del conteo automatizado y manual de los votos en las ya inmediatas elecciones de mayo 15.
Nunca antes en la historia de la República Dominicana tantas embajadas se han preocupado por observar de cerca el torneo electoral, lo cual habla de interrogantes e imprecisiones en relación con quién o quiénes serán los ganadores.
La postura de la oposición es válida ante los retrasos de más de cuatro meses de los equipos a ser instalados en el país. Los fallos de las pruebas a pocos días generan mayor incertidumbre sobre la transparencia del proceso.
En tanto que el oficialismo, aunque quiere jugar un papel democrático, afirma que acogerá las medidas que adopte el tribunal electoral; pero, sin una postura coherente en relación con lo que le conviene al país. Y hasta el propio Rosario ha tenido que aceptar las objeciones de los partidos inconformes.
Definitivamente, la desconfianza en el árbitro no es “arbitraria”; las preguntas siguen siendo ¿por qué mantener un voto electrónico primero, y luego el manual?, si las pruebas electrónicas ya han dado atrasos.Habrá que ver qué ocurre el esperado día de las votaciones.
Desconfianza en el árbitro
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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