Meditabundo: Mea Culpa del sistema

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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El sistema de intereses económicos se confiesa: por todas partes nos llegan reclamos contra nuestro amor que dicen es corrupción.
 
Están los informes de las auditorías de la Cámara de Cuentas con las “irregularidades” que llenan los bolsillos. Estoy intratable, un día el alguacil tocará el timbre de la puerta. No puedo ocultar que violo la Constitución y leyes para sumar millones que ahora no sé donde esconder. El pueblo lo sabe, me ve distinto, ya no me saludan los del barrio, me desprecian.
 
Cuando paso en la yipeta veo miradas acusatorias diciéndome que soy un muerto cívico por ser dueño del erario. Soy un funcionario nombrado por decreto. Firmé cumplir con la Ley del Código de Pautas Éticas.
 
Lo primero que hice fue violarla al no entregar la declaración jurada de mi patrimonio. No yo solo, somos más de 2,000. El compadre que me acompaña en el paseo por el Mirador Sur es de los legisladores que tienen engavetado el proyecto de ley de partidos políticos por más de 10 años, no quieren que los controlen. No niega que aprobó el contrato con la Barrick Gold sin leerlo. Que se repartieron RD$52 millones disque para brindar habichuelas con dulce. Que la Junta Central Electoral quiere que no apliquemos en la campaña algo de lo que contiene el barrilito que viola el artículo 146 de la Constitución. Pero, ellos tienen su barrilito que pasa de los RD$85 mil mensual que la doctora Aura Celeste no aprobó y se negó a recibirlo.
 
Aquí puede suceder lo que el emperador romano Marco Ulpio Trajano hizo contra los senadores corruptos. Trajano actuó en los juicios como acusador. El senador Mario Prisco, uno de los más corruptos fue condenado a devolver una gran cantidad de dinero y al exilio de por vida.
 
Es innegable, tenemos la política como un negocio. Cada cuatro años más políticos millonarios, varias veces me han voceado politicastro. No olvido, cuando yo era un chico los viejos decían: “No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista. Todo el mal que hacemos se sabe”. A mis dos hijos los amiguitos del colegio les dicen que la jeepeta que los lleva es por el dinero de mi corrupción.
 
Y me reclaman que los inscriba en otro colegio. Yo no me preocupo, esta sociedad está muy corrompida. Lo tenemos todo amarrado, nos reímos de las acusaciones del doctor Guillermo Moreno y la del licenciado Francisco Domínguez Brito, procurador general de la República: inadmisible y no ha lugar.
 
Ya casi no duermo, suenan tambores con los “papeles de Panamá”. Ese retumbar llegará a la isla Gran Caimán y la brisa lo traerá con baúles llenos de cuentas de depósitos. Ya nada está lejos, el mundo es una aldea, los vientos enlodados cubren los continentes. A mi piscina llega un polvo que viene del desierto del Sahara con la corrupción de Mubarak. ¿Llegarán de Suiza?
 
Leí que el papa Francisco dijo que el dinero es el excremento del Diablo. Ya había oído que también es como  el estiércol, no es bueno a no ser que se esparza. Entonces lo que yo sigo guardando para nada me sirve. Ahora sí echo de menos al amigo macorisano doctor Zaglul quien sabía qué hacer para uno no volverse loco.
 
Tal vez mejor sería que cambiemos y apliquemos la Doctrina Duartiana. La Conciencia me está acusando de haber mentido durante la campaña electoral. Mi primo Luis excita mi inquieta curiosidad que me cuestiona diciéndome. Los que creyeron en ti dicen que pondrán en tu tumba la inscripción: el gran millonario del cementerio.
 
Nuestro invitado de hoy Séneca: “Todos están conformes contra los maléficos”.