¡Iniciaron las rabietas! Y ahora qué hago?

Antes de ser madre miraba a los padres “manejar” las rabietas de sus hijos y me creaba una opinión de si era la manera correcta o no de hacerlo, idealizaba en mi mente una estrategia de atacarlas, claro no sabía a qué me enfrentaría. Ya al momento de tener mi primer hijo trate de leer artículos y libros con respecto a cómo ayudarle a manejar sus sentimientos en el momento terrible de un Tantrum (termino en ingles utilizado).
 
Lo que nos han enseñado que es una malcriadeza, es en realidad una expresión de frustración por parte del niño al no saber cómo defenderse o dar a entender su necesidad en ese momento. De acuerdo a investigaciones el lóbulo frontal es responsable por lasreacciones socialmente aceptadas también decisiones entre lo que es bueno o mejor, en los niños el lóbulo frontal esta en desarrollo lo que influye al momento de hacer una rabieta. Es decir no importa como quieras que tu hijo se comporte debemos entender y tratar de ayudarlos a que puedan canalizar sus emociones de manera que las rabietas sean cada vez menos intensas aunque no podríamos eliminarla por completo. Si casi es su hora de comer o de dormir influye grandemente. Entonces que debo de hacer para así manejar a mi niño?
 
En mi caso tengo tres caballeros por debajo de tres años así que ya se imaginan la locura que puede armarse de un momento a otro, pero aun así, queriendo trabajar en la inteligencia emocional de mis hijos de manera que cuando crezcan puedan ser seres conectados con sus emociones y sepan cómo llevar los retos que la vida les ponga en frente trato de tomar dentro de este marco y de lo posible un camino que me ayude a alcanzar esa meta.
 
Con eso en mente aquí les dejo unos tips que me han funcionado, mis hijos son de caracteres muy diferentes lo que me reta a ser creativa.
Contacte con tu hijo: si has estado separado por mucho tiempo, trata de tomar ese tiempo antes de iniciar la rutina nocturna de tareas cena etc. Asegúrate que sepa que lo extrañaste y que te cuente como le fue en su día pregunta aun no te pueda responder has contacto físico abrazos besotes etc. Eso aliviara la necesidad de el de llamar tu atención porque sabrá que ya la tiene.
 
No digas no sin justificación: a veces entendemos que por que somos los adultos no debemos de dar explicaciones a nuestros hijos, pero no debe ser así, ellos tienen el derecho de saber por qué se les niega algo. Reconoce su deseo y luego dile por qué no puedes concedérselo en ese momento. “Amor sé que quieres lechita ahora pero vamos a comer la cena y luego cuando terminemos te la bebes”.
 
Paciencia, amor y más paciencia: una cualidad muy necesaria para sobrellevar eldía a día.
 
Si ocurre la rabieta luego de toma el tiempo para consolarlo, no significa que estas apoyando lo que hizo sino que le ayudas a que sepa que lo entiendes y entonces puedes nuevamente tratar de explicarle.

Compartir esta publicación:

WhatsApp
Facebook
X
LinkedIn
Pinterest

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *