Claro que no es casual que esté en el país el nuevo director regional de la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA), para la región del Caribe, Matthew G. Donahue, y el recién nombrado responsable del organismo en el país, Carl Shirer, recibidos, además, por el presidente Danilo Medina en su despacho
Lo de «visita de cortesía» responde a eso que repiten los mayores acerca de que “lo que se sabe, no se pregunta” ; y es que muchos se preguntan cómo la jueza Aristilda Mercedes se haya colocado en “en el ojo del huracán”, por su decisión de conceder la “libertad pura y simple” a los cinco venezolanos, hallados con, nada menos que 359 kilos de sustancias controladas.
Medina y el nuevo representante de la DEA «intercambiaron impresiones», según informó la presidencia, “sobre diversos temas de interés”, y será en breve que se conocerá la revisión a la medida de coerción dictada por la jueza interina de la Oficina de Atención Permanente de La Romana, ante la cual jueces, fiscales, abogados y un gran porciento de esta ciudadanía reaccionaron de inmediato y calificaron de carente de legalidad, improcedente y carente de fundamento, la libertad pura y simple concedida por Mercedes a los venezolanos.
Claro que esta acción significa extremadamente negativa para una nación que se ha comprometido una y otra vez a luchar contra el narcotráfico que corroe desde adentro, y supura desde afuera, además de afectar la imagen de su sistema de justicia.
Habrá que ver qué o cuáles consecuencias y enseñanzas quedan para que haya un “pare” definitivo a esas actuaciones que en nada favorecen a la República Dominicana.
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