Un artículo del profesor Emérito de la Universidad de Nuevo México y director del Cuba-L Project, Nelson P Valdés, llama a la reflexión, sobre todo en virtud de los momentos que se viven.
Comenta Valdés que las historias de los Estados Unidos y Cuba están entrelazadas de muchas formas y maneras. Cubanos y norteamericanos han vivido y aprendido mucho unos de los otros, dice y amplía que no ha sido solo en la cultura, sino también en la política, la economía y la sociedad. Es una larga historia, subraya el autor y reseña épocas históricas, como aquel septiembre de 1960 cuando Fidel Castro viajó a Nueva York para representar a la Revolución Cubana ante las Naciones Unidas y el Departamento de Estado, durante la administración de Dwight Eisenhower, cuando el establishment hotelero le negó a la comitiva cubana acceso a los hoteles y entonces la comunidad negra de Harlem “abrió su corazón y sus espacios a los revolucionarios cubanos”.
En verdad, se trata de una larga historia recorrida a pasos fuertes y complejos hasta arribar a este marzo frío de la Habana, cuando el presidente Barack Obama visita a la Mayor de las Antillas en 88 años, y rinde homenaje al Héroe nacional y Apóstol cubano José Martí en la Plaza de la Revolución.
Esta será, sin duda alguna, una visita histórica y el nombre del presidente Obama se inscribirá como protagonista de un hito histórico en las relaciones Estados Unidos-Cuba, donde quedan temas aún pendientes, como el bloqueo, que tantos daños produce al pueblo cubano, y la Base Naval en Guantánamo. Estos son, entre otros, desafíos que habrá que enfrentar para llegar a soluciones que representen nuevas etapas para ambas naciones.
Obama en Cuba, visita histórica
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