Derek Holland sabe que está ante una de sus últimas oportunidades para demostrar que vale lo que cobra y sobre todo las expectativas que los Vigilantes de Texas han tenido.
Holland es uno de sólo tres lanzadores de la rotación del año pasado que estará este viernes cuando los pítchers y cátchers se presenten para su primer entrenamiento obligatorio de las prácticas primaverales.
El zurdo está consciente de que no puede darse el lujo de un mal campamento, ni estar fuera de forma, como se ha reportado los últimos días, ni mucho menos lastimarse, como ha sucedido los años más recientes.
En especial, si pretende que los aficonados y en especial su equipo olvide la manera en que terminó la campaña pasada, apaleado en la Serie Divisional contra los Azulejos de Toronto, con menos de dos entradas de trabajo.
»Me reí cuando la prensa comenzó a decir que estaba gordito», dijo Holland este jueves en el campamento primaveral de los Vigilantes en Surprise, Arizona. »La gente puede pensar lo que quiera. Vengo en forma física y mentalmente. Estoy concentrado para tener la mejor primavera de mi carrera».
Los Vigilantes distan de poder darse el lujo de que Holland esté fuera de forma cuando comience la temporada en abril.
Su desempeño será fundamental, al lado del as Cole Hamels y del zurdo venezolano Martín Pérez, mientras termina su rehabilitación el derecho japonés Yu Darvish y el veterano Colby Lewis, quien ni siquiera tiene garantizado un lugar en la rotación, tras renovar por enésima ocasión contra por una temporada con los Vigilantes.
Este viernes, en el campamento que abre de manera formal con pítchers y receptores también estarán otros candidatos sin garantías a la rotación como A.J. Griffin o César Ramos.
Griffin, uno de los principales brazos prospectos de los Atléticos de Oakland entre el 2012-13, fue sometido a la operación de Tommy John en el 2014 y desde entonces apenas pitcheó en Grandes Ligas un par de ocasiones.
Los Vigilantes probarán como abridor a Ramos, quien ha sido relevista la mayor parte de sus siete años en la gran carpa.
Ni Griffin ni Ramos tienen contratos ligamayoristas garantizados.
Es probable que los Vigilantes extrañen a Darvish hasta por dos meses en el arranque de la temporada, a pesar de que esta semana ya lanzó desde terreno plano, sin subir a la loma, en sesión de rehabilitación.
Así Holland es uno de los que tendrá por fin que demostrar que puede ser consistente y confiable, luego de dos últimas temporadas de pesadilla.
En el 2014 sufrió operación de microfractura de rodilla por un accidente casero. Sólo tuvo cinco aperturas en toda la temporada.
La campaña anterior sufrió una lesión de hombro que lo dejó fuera por cuatro meses. Apenas abrió 10 partidos con marca de 4-3 y 4.91 de efectividad.
»Yo sé qué tan fuerte he trabajado», dijo Holland, de 29 años y 6-2 de altura. »Sé que voy a pesar lo que debo pesar y que voy a pitchear como se supone debo hacerlo. Son las únicas cosas que puedo controlar».
Holland, quien este jueves reportó con 217 libras de peso, ha sido acusado de manera reiterada en el área Dallas-Fort Worth de vivir con disipación, asistir a cualquier cantidad de fiestas y eventos deportivos de Cowboys y Mavericks.
»Voy a salir y competir», agregó. »Siempre lo he dado todo. Habrá días en que me van a conectar, Así pasa con todos. No es que yo me distraiga. Estoy enfocado. Trabajé extremadamente duro para asegurarme de que estoy preparado».
Holland ganará en el 2016 alrededor de 10 millones de dólares en su último año de contrato garantizado. Los Vigilantes tienen una opción más para el 2017, que vale 11 millones.
»Vamos a necesitar al mejor Holland», dijo el manager Jeff Bannister en su conferencia de prensa en Arlington, previo a su viaje al campamento primaveral. »Confíamos en que será el Derek que puede ser…»
