Porque es Día del Amor, la amistad y todos los sentimientos bellos que nutren el alma y nos hacen mejores seres humanos, DominicanosHoy dedica estas líneas a homenajear a quienes, en medio de luchas y vivencias que los hicieron “imprescindibles”, hablaron y escribieron de esta manera:
Juan Bosch: “Todo hombre recibe influencia de mujer, como toda mujer la recibe de hombre. No puede ser de otra manera, porque solo la suma de los sexos completa en su ley y en su fin natural al ser humano.
“El sufrimiento, el amor, el sacrificio, el heroísmo, la generosidad, la crueldad, la avaricia, son valores universales, positivos o negativos, aunque se presenten en hombres y mujeres cuyas vidas no traspasan las lindes de lo local; son universales en el habitante de las grandes ciudades, en el de la jungla americana o en el de los iglús esquimales.
“En un cuerpo nacido, años antes, empezaba a aposentarse la vida de nuevo; todas las cosas aparecían por primera vez ante mis ojos asombrados; el amor me colmaba el pecho, un amor vasto y tranquilo, para las piedras y los animales, para las plantas y los hombres, para la tierra y para el agua…Un amor…Un amor que no se siente a menudo y que lava el alma, la purifica, la eleva”.
José Martí: “El amor, madre, a la patria / No es el amor ridículo a la tierra, /Ni a la yerba que pisan nuestras plantas; /Es el odio invencible a quien la oprime, / Es el rencor eterno a quien la ataca; —/ Y tal amor despierta en nuestro pecho/ El mundo de recuerdos que nos llama/ A la vida otra vez, cuando la sangre/ Herida brota con angustia el alma; —“.
Julia de Burgos: “Amor… /única llama que me queda de Dios / en el sendero cierto de lo incierto. / Aquí, desesperada,/ me contemplo la vida en un hueco del tiempo. / Entrecortando pasa el sendero de luz que esperancé de sueño. / ¡Oh mañanas azules que se quedaron muertas, volando en el espacio!”.
Gabriela Mistral: “Sangre sería y me fuese en las palmas /de tu labor, y en tu boca de mosto. /Tu entraña fuese, y sería quemada/en marchas tuyas que nunca más oigo, / ¡y en tu pasión que retumba en la noche /como demencia de mares solos! / ¡Se nos va todo, se nos va todo!”.
Mario Benedetti: “Yo no te pido que me bajes/ una estrella azul/ sólo te pido que mi espacio llenes con tu luz”.
Pablo Neruda: “Puedo escribir los versos más tristes esta noche. / Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada, / y tiritan, azules, los astros, a lo lejos. / El viento de la noche gira en el cielo y canta. / Puedo escribir los versos más tristes esta noche. / Yo la quise, y a veces ella también me quiso. / En las noches como esta la tuve entre mis brazos. / La besé tantas veces bajo el cielo infinito”.
Y concluimos con una excelsa poetisa dominicana: Salomé Ureña de Henríquez, con: Mi Ofrenda a la Patria:
“¡Hace ya tanto tiempo…! Silenciosa/ sí, indiferente no, Patria bendita, / yo he seguido la lucha fatigosa/ con que llevas de bien tu ansia infinita. / Ha tiempo que no llena/ tus confines la voz de mi esperanza, / ni el alma, que contigo se enajena, / a señalarte el porvenir se lanza”.
Porque es día de Amor
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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